Esta historia definitivamente se está yendo por el camino rosa x) Supongo que si quiero arreglarlo, tendré que agregar un par de capítulos para entrar en detalles. La vida se interpone en mi camino hacia los fics cortos</3
__________________________________Taemin recogió a Myungdae de los brazos de Minho, recostándolo sobre su hombro para poder darle palmadas en su espalda y hacerle eructar. No tenía mucha idea de bebés, pero esto lo sabía porque lo decían en todos los programas de televisión donde aparecía un bebé a cuadro. Al menos con eso podía ayudarle un poco a Minho. El hombre lucía tan desconcertado, sin dejar de examinar la carta, como si tuviera una clase extraña de mensaje oculto entre sus líneas, o escrito en tinta invisible que se revelaría ante el calor de una vela. Pero no era así, ya habían releído la carta varias veces, nada cambiaba, nunca.
Myungdae al fin soltó el aire, y su falta de llanto o gesto de inconformidad ante eso le indicó a Taemin que el bebé probablemente se quedaría dormido sin más reparos. Le tomó un segundo bajar la mirada y comprobarlo, Myungdae con la mano en su boca se dirigía hacia el reino de los sueños sin dudar ni un poco en qué lugar se encontraba o con quién. Le arrulló un poco de cualquier modo, aprovechando el lento ritmo de su tarareo para alejarse un poco de la cocina y tomar su celular.
Marcó un número que se sabía de memoria, aunque no precisamente para hacer lo que haría. Minho nunca le permitía pasarse de listo con sus compañeros de trabajo.
-Buenos días, ¿podría dirigirme al departamento de contaduría?- Preguntó, esperando el tiempo en que se tardaban en redireccionarlo a la extensión correcta. -Hola, soy Lee Taemin, la pareja de Choi Minho…Si, llamo justo para eso. Minho no irá, está enfermo. Creo que es gripa. No ha podido salir del baño de tanto vomitar en toda la mañana. ¿Usted cree que podría ser influenza?- Explicó, terminando por cuestionar a quién había atendido la llamada. -Si, es horrible. Esta muy mal. Lo llevaré al médico más tarde…¿Oh, de veras? Tres días, y que lleve el comprobante de su cita médica. De acuerdo, gracias.
Terminó la llamada, tratando de ser lo más silencioso posible para no perturbar al niño. Sí, sabía estaba mal mentir, pero sus pequeñas orejitas de cualquier modo no entenderían qué estaba diciendo. Además, creía que era más fácil decir eso, que explicar que Minho tendría que tomarse licencia por problemas familiares, ya que su sobrina había decidido aparecer y desaparecer dejando a su hijo al cuidado de Minho.
Regresó a la cocina, dejando al niño en el bambineto, para que durmiera sin más interrupciones. En cuanto lo hizo, Minho automáticamente subió su mano para colocarla sobre el vientre del bebé y empezar a arrullarlo despacio. No necesitó más, Taemin comprendió porqué ella había decidido dejar a Myungdae con Minho.
-¿Sabes? Él es tu sobrino nieto.- Rio, acercándose lo suficiente para estamparle un beso a Minho en la mejilla. -Eso quiere decir que eres un viejo ahora.- Le molestó, sonriendo de lado a lado. No esperó que Minho le mirara de soslayo y alzara una ceja de manera retadora.
-Taemin, eres mi novio. Eso significa que él también es tu sobrino nieto.- Replicó, sonriendo ante el gesto confundido que Taemin hizo. Le tomó dos segundos entender que la situación también aplicaba en su dirección.
-Esto ya no es divertido.- Se quejó, cruzándose de brazos. -¿Qué tal si sólo le decimos sobrino? No hay necesidad de agregar la parte de nieto.- Negoció.
-Me parece justo.- Aceptó, sonriendo un segundo antes de que le llegara un mensaje a su celular. Lo leyó rápidamente, cada vez más sorprendido por las indicaciones que le había mandando el departamento de recursos humanos de su trabajo. -Taemin, ¿qué hiciste?
-¿Qué tiene?- Taemin se encogió de hombros. -Te acaban de promover a niñero de tu sobrino nieto, y en realidad no sabemos dónde está tu sobrina. ¿Irías a trabajar así?
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Tío Minho
FanfictionA veces la vida rutinaria es más que perfección. Un buen trabajo, una gran casa, amigos, una relación estable de varios años con el ser que más lo comprende y quiere en el mundo. ¿Qué más puede pedir? No hay absolutamente nada en su vida que cambiar...