Capítulo 5

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Me tomó mucho más de lo planeado escribir esta parte. Salieron dos capítulos más de la nada, y henos aquí después de meses (: 

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-Maldición, mi celular murió. Taem, amor, ¿puedo usar tu laptop? Me acaban de enviar unos correos de la oficina para que revisara los datos.

Minho exhaló desde la pequeña cocina en el departamento de Taemin. Taemin se encontraba en el baño, terminando de vestir a Myungdae después de haberle bañado. Y la única razón por la que no estaban los dos ahí metidos, era debido al tamaño de ese baño en particular. Minho había tenido que admitir su derrota y seguir trabajando desde la sala comedor. Además de que estaban compartiendo su día libre en el departamento de Taemin, porque este le había prohibido en lo absoluto que se quedara en casa a vigilar que nadie estuviera intentando entrar de nuevo. Sabía que Taemin lo había dicho porque se encontraba preocupado de que no pudiera quitar la cabeza de ese tema, pero realmente quería volver y vigilar su casa.

-Adelante, la dejé sobre el microondas.

Minho se levantó, mirando con extrañeza por encima de la barra de la cocina hasta encontrar efectivamente aquella computadora portátil sobre el microondas. Taemin si que tomaba decisiones extrañas, pero no se detendría esta vez a preguntarle por qué había cometido la locura de dejar su laptop sobre aquel aparato que emitía ondas electromagnéticas. Simplemente la levantó y se dirigió a la barra para revisar si seguía funcionando.

Mientras descubría que la laptop de hecho aun funcionaba, Taemin salió con Myungdae en brazos, tomando aquel portabebé que habían comprado porque era más anatómico de usar que el bambineto, y colocándolo sobre la barra para Minho pudiera verlo.

-¿No se ve lindo?- Taemin le cuestionó, obligando a Minho a alzar la vista de su cuenta de correo.

-Taemin, ¿lo vestiste de tiburón?

-Bebé tiburón, específicamente. Es tan bonito, quisiera comerlo.- Expresó, dejando su mano a medio camino antes de pellizcarle la mejilla. -Pero no puedo distraerme mucho, tengo que ir a comprar pañales- Se recordó en voz alta, dándose la vuelta para pasar por detrás de Minho hacia el gabinete donde tenía acomodadas sus tazas. -Amor, ¿quieres café? Pondré un poco antes de irme.

-¿Qué es esto?

-Uh, ¿un ofrecimiento de café?- Taemin terminó de bajar las tazas, girándose para mirar el gesto obvio que Minho le estaba dedicando. -¿Qué ocurre?

-Tengo un correo con actualizaciones del investigador que contratamos.- Explicó, exhalando lánguidamente.

-¿Y bien? ¿Qué dice?- Taemin abandonó su tarea, acercándose a ver la pantalla. -No hay registro de su embarazo... Bueno, al menos eso también explica por qué no hemos podido conseguir su acta de nacimiento. Mirae no lo ha registrado, y tampoco llevó asistencia médica.

-¿No te parece extraño? Es muy arriesgado de su parte no haber tenido una consulta; y el hecho de que se haya preocupado lo suficiente como para haber dejado a Myungdae con nosotros, demuestra que le interesa demasiado su bienestar como para arriesgarse de tal modo.- Minho se cruzó de brazos. Cada día que pasaba, la desaparición de su sobrina, la situación tan silenciosa, todo, era simplemente más extraño, y le llevaban a imaginarse cientos de escenarios que le aterraban.

-Definitivamente, lo es.- Taemin asintió, exhalando mientras le daba un ligero apretón a Minho en el brazo. -¿Deseas mandarle estos descubrimientos a la policía?

Minho soltó un sonido de burla hecho con su garganta. A pesar de las buenas intenciones de Taemin, sabía que el detective Ju no recibiría de buena fe la información que acababan de obtener. El hombre probablemente lo tomaría como que se estaban entregando y confesando cualquier crimen que se le antojara imputarles.

Tío MinhoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora