Capítulo 2 - El Encuentro Parte 2

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AMARIS

Después de la entrevista que solicité para el puesto de asistente para el señor Wik, él me acompañó a la salida ya eran las 8, me quedé parada en la vereda mirando a los alrededores de la autopista viendo si venia algún taxi para irme a mi casa, pero lo único que pasaban eran autobuses y varios autos que no tengo ni idea a donde se dirigen, todo esto es nuevo para mí, no conozco muy bien el lugar.

Cuando venía de visita antes siempre salía con mi padre o mi tío, porque tenían miedo a que me perdiera.

Esto me recuerda una vez en mi cumpleaños número 15, estábamos toda mi familia reunida en la casa de mi tío y todos estaban ocupados preparando la cena y yo quería el helado que me habían prometido y ya se hacía de noche, le dije a mi padre que, si podíamos ir, pero como dije estaba ocupado y le pedí dinero para ir sola, aunque se negó al principio me dejo ir y así fue como termine en la estación de policías llamando a mi padre a que viniera a recogerme, pero feliz porque conseguí el helado que queria.

- Que esperas tanto? *Escuche la voz de Wik sacándome de mis pensamientos*

- Ah solo espero que pase un taxi *Dije mientras seguía mirando la autopista*

- Ya es tarde, no pasarán taxis a esta hora, será mejor que vallas a la parada de autobuses y esperes uno. *Mencionó y lo volteé a mirar*

- Ah? ¿Dónde está la parada de autobuses?

- Ahí está *Me dijo señalando el lugar*

- Si claro gracias otra vez, hasta luego *Dije mientras me volteé para cruzar la calle a dirección de la parada de autobuses*

Me estaba yendo, en eso que escuché el claxon de un auto y sentí que alguien me jaló y me llevó al lugar en donde había estado antes, todo pasó muy rápido y ahora estaba rodeada por los brazos de Wik, con mi corazón latiendo muy fuerte por el susto.

¿Pero qué acaba de pasar? ¿Casi fui atropellada? No, casi me muero.

- Estas bien? *Me preguntó Wik separándome de él, llevando sus manos a mis hombros*

- S-si estoy bien gracias *Le respondí separándome de él y viendo a dirección de la autopista tratando de procesar lo ocurrido*

- Me has estado dando las gracias desde que nos conocimos *Dijo bromeando, supongo para que me tranquilizara*

- Me has estado ayudando desde que nos conocimos, pero ahora sí me iré, y miraré por los dos lados esta vez *Dije mientras me volteaba y tratando que mi corazón volviera a su ritmo normal, en eso sentí que me tomó por el brazo y me volteé para mirarlo*

- Mi chofer llegará en unos minutos, déjame llevarte por favor *Dijo mientras me soltaba*

- No hace falta

- Déjame hacerlo, si algo te pasa no podré con la culpa *Dijo con sarcasmo*

- Esta bien, gracias *Le dije mientras me reía*

- Te llevaré, pero ya no me estés dando las gracias por todo

- Okey, lo intentaré

Nos quedamos a esperar a que su chofer llegará, estaba muy nerviosa pero no es porque hace unos minutos atrás casi muero atropellada, sino que me va a llevar a mi casa, no sé si darle la dirección de la casa de mi tío o la mía, aunque la mía está más lejos y ya es tarde, él seguro tendrá cosas que hacer y no quería molestarlo, aunque le agradezco mucho que se haya ofreció a llevarme.

Llegó su chofer y me volteé a ver a Wik, pero él estaba perdido en sus pensamientos y le golpeé con mi hombro para que reaccionara.

Funcionó porque miró al auto que se había estacionado y abrió la puerta y me permitió entrar.

- Buenas noches, señor Wik y señorita... *Dijo su chofer cuando entramos al auto*

- Amaris, solo Amaris, mucho gusto

- Muy bien, buenas noches, Amaris *Dijo mirando por el retrovisor*

- Buenas noches, ¿Cuál es tu nombre?

- Mike

- Buenas noches, Mike

- Bueno, ya se presentaron ahora por favor nos llevas a dejar a la señorita Amaris a su casa *Dijo Wik*

Al final le terminé dando la dirección de la casa de mi tío, en todo el camino nadie dijo nada más, yo me quedé mirando todo el camino de vuelta.

Llegamos y me despedí de los dos, me dirigí a la entrada y busqué en mi cartera la llave que mi tío me dio por si me sentía sola en mi casa, antes de entrar me volteé a verlo y entré a la casa.

Cuando entré vi a Lamai subida al sofá mirando por la ventana y se giró cuando escuchó el sonido de la puerta cerrarse.

- ¿Quién era él que te trajo? *Dijo mientras se volvía a sentar*

- Nadie que te interesé *Le respondí*

Le respondí así pero no es por ser mala, es que ella siempre busca meterse en mis asuntos desde que llegué, ¿si se preguntan quién es ella? Pues es la hija de la pareja de mi tío, tiene 2 años menor que yo, mi tío y su mamá llevan ya unos 5 años de relación, aunque se conocen desde jóvenes pero el destino decidió separarlos y que se volvieran a reencontrar después de años, y pues.. Hay veces que ella y su hija se quedan a dormir aquí, ya tienen planes de casarse pero a fines de este año, una vez que se casen, ella y su mamá se vendrán a vivir aquí, ahora van a ser una familia...

La mamá me cae bien pero la hija digamos que ahí nos llevamos, ni la quiero ni la odio, solo la soporto.

- Hola pequeña, no te esperaba aquí *Dijo mi tío saliendo de la cocina*

- Buenas noches, tío disculpa no quería interrumpir, pero mi entrevista termino tarde y la casa queda muy lejos *Le dije mientras le daba un abrazo*

- Mas bien tuvo una cita, su nuevo novio la trajo a la casa *Dijo Lamai parándose del sillón y poniéndose a lado de mi tío*

- ¿Novio? ¿Tienes novio?

- No tengo novio, apenas llegue y ni conozco a nadie, solo es Lamai está imaginando cosas, te dije hay que internarla en un psiquiátrico. *Dije mientras la miraba*

- Es verdad, él la trajo a la casa!!

- Que no es mi novio, él es mi jefe o eso espero

- Él es con quien solicitaste el puesto de asistente?

- Si, dijo que me confirmaría en uno de estos días si pasé la prueba, pero sigo nerviosa, enserio quiero este trabajo.

- Seguro lo conseguirás

- Amaris, cariño, que sorpresa verte, vente acompañamos a cenar *Dijo Jane mientras dejaba los platos en la mesa*

- Si gracias, déjame ayudarte a poner la mesa.

La ayudé, después todos cenamos y nos despedimos para irnos a dormir, me tocó dormir en la misma habitación que Lamai, aunque ella protestó, pero Jane le amenazó que si seguía molestando la iba a castigar, así que no le quedó de otra.

Me acosté en la otra cama que había en la habitación y me puse a pensar en todo lo que había pasado este día, y mi mente me llevó a la entrevista, estaba muy nerviosa espero a ver pasado, enserio quiero conseguir el empleo, seguí pensando en eso, entre otras cosas hasta que me quedé dormida.

LAS DOS CARAS DE LA MONEDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora