Abrazando su verdadero yo

08

capitulo 80

Harry se despertó bruscamente, parpadeando adormilado, tratando de encontrar el tiempo. Cuando algunas cosas lo golpearon, definitivamente era de mañana, la luz del día se filtraba a través de una rendija en las cortinas. En segundo lugar, el lado de la cama de Tom estaba fresco, lo que indicaba que había estado despierto durante mucho tiempo. ¡La memoria pensativa! El recuerdo hizo un ping, deslizándose apresuradamente de la cama, le dio un golpe al vínculo, para poder averiguar exactamente dónde estaba Tom... probablemente no debería sorprenderse de que estuviera en su oficina. Su privado en su ala, en algún lugar al que nadie podría entrar sin que Tom lo diga.

Estaba medio cabreado, medio agradecido de que le hubieran permitido dormir hasta tarde, aunque eso si es que había pasado algo la noche anterior. Sabía que necesitaba descansar, respirando uniformemente, agarró su bata y se deslizó en sus pantuflas antes de marcharse para encontrar su maquinación, ¡solo la mejilla! - compañero.

Ni siquiera había entrado por completo en la habitación cuando Tom habló: "Antes de que comiences, el recuerdo pensativo solo llegó hace una hora. Todavía tengo que verlo, eso será algo que haremos juntos... pero después del desayuno. ¿Se entiende?" estaba haciéndose cargo en este momento, estaba claro que Harry no estaba en el estado de ánimo adecuado para hacerse cargo de nada.

"¿Hace una hora? ¿Te tomó tanto tiempo superarlo?" preguntó Harry, con el estómago retorcido de incredulidad.

"Lo más probable es que fuera la primera oportunidad que tuvo", comentó Voldemort, estaba complacido con su elección de Ministro. Hizo un movimiento en el momento en que se dio cuenta de que Fudge estaba siendo acusado junto con Umbridge, a quien todavía creían que estaba vivo pero había huido para evitar ser arrestado: era simple y fácil conseguir que las personas adecuadas votaran por él. Más fácil de hacer debido al daño que Dumbledore había permitido que se le hiciera a su nombre, por lo que no había tanta gente dispuesta a escuchar. Estaba sorprendido de que Harry nunca hubiera preguntado al respecto o mencionado. Lo había hecho para cada otro plan que había promulgado desde que llegó aquí.

"¿Cuánto control de daños se necesitará?" preguntó Harry, frotándose los ojos, quitándose el sueño que aún había en ellos.

"Me imagino que un poco", reflexionó Voldemort, reclinándose mirando a su compañero con una mirada entrecerrada y astuta. Se sentía y se veía significativamente mejorado desde anoche. Claro, ninguno de los dos había descansado mucho... pero ¿podría ser eso todo? ¿Que su pareja solo necesitaba una noche completa de descanso y eso es todo? Todo este asunto de la pareja era agotador, pero no lo aceptaría de otra manera, pensó mientras observaba con avidez a su pareja y su impresionante aspecto que albergaba una boca y una mente maravillosas y sarcásticas, por no olvidar.

"¿Amita? Tráenos nuestro desayuno", ordenó Voldemort, "Siéntate, relájate un poco, las respuestas pueden esperar media hora mientras comes".

"Sí, supongo", murmuró Harry, todavía medio dormido mientras se deslizaba en la silla junto a la de Tom, quien a diferencia de su lado de la cama, en realidad estaba muy cálido. "Realmente debería disculparme con Sirius y Remus," hizo una mueca, recordando sus propias acciones y sintiéndose increíblemente culpable.

Voldemort no dijo nada, no iba a meterse en medio de ese problema en particular. Se estaba manteniendo alejado de eso, especialmente viendo que detestaba a Lupin y Black... bueno, quizás no detestaba, era una palabra demasiado fuerte... simplemente no le importaba, sería más apropiado.

"Oh, gracias a Merlín," murmuró Harry cuando vio las gachas y la fruta, no un gran desayuno enorme y grasiento como era la norma. Bueno, corrección, papilla y fruta para él, desayuno grasiento para Tom. Dándole una sonrisa agradecida, besó su mejilla en señal de agradecimiento antes de agregar los alimentos elegidos para su papilla. El resto de la fruta se la comió poco a poco, mientras esperaba que la papilla se enfriara a un nivel aceptable.