Capítulo 2

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    Jamás me acostumbrare a ese sonido…

Un estruendo haría que una especie de agujero se abriera entre un montón de tinieblas celestes infinitas, y tras ella Gudao se vio atraído de repente y al instante su sistema nervioso se activó de nuevo para que sintiera la brisa y calidez de un nuevo mundo.

Al abrir sus ojos se encontró cayendo sobre un bosque de cedros, no conteniendose en gritar y hacer revuelo con su dolorosa caída que fue duramente amortiguada por la docena de ramas que se interpusieron en su caída pero que de igual forma no lo detuvieron en caer en seco contra el suelo.
    —Se suponía que me salvarás a último segundo…—

Lancer se halló sentado sobre el árbol citado del que Gudao cayó.
    —Error de cálculos— dijo este para justificarse. —¿Es normal que entres a las singularidades de esa forma?—.

Gudao se levantó como pudo, apenas se mantenía en pie por el frenético mareo que sentía.
    —Casi siempre es así—. le respondió antes de irse en vómito.

Al instante la comunicación con Chaldea se hizo presente y la preocupación de Mash fue lo primero que se oyó desde el otro lado, y en respuesta, lo primero que Chaldea escuchó fueron las arcadas de Gudao yéndose en vómito mientras a su espalda Lancer se quejaba de la fragilidad de este. Da Vinci cortó la asquerosa comunicación y después de unos minutos la reinició con un máster mejor… en pocos aspectos.

    —Es extraño… no se supone que algo así ocurriera—, el Caster de Chaldea se vio confusa, revisando otra vez las configuraciones y ciertamente nada estaba fuera de lo común. —Se supone que aparecieran en Washington D.C, pero todo se reescribío al instante en que sus spiritrons se manifestaron en esa Era—.

Mash entonces intuyó.
    —¿Efecto rebote?—

Pero Da Vinci negó con la cabeza.
    —No es el mismo caso que en Babilonia o Shinjuku, esta vez fue como si las mismas leylines fueran… imanes—

Lancer bajó del árbol, soportando una caída de mínimo cinco metros como si nada y acercándose al máster, que apenas estaba cayendo en cuenta de su entorno siquiera, para que de repente Cú lo alzará desde el brazo y hablara más cerca al intercomunicador con forma de pulsera en su muñeca.
    —De cualquier forma, ¿dónde estamos ahora?—

Da Vinci desde el otro lado miró a un miembro del personal y este rápidamente presionó algunos botones para después de unos segundos dar con un mapa holográfico de Estados Unidos.
    —Estan actualmente en Denver, o al menos cerca de ahí— dijo ella.

Mash pensó un poco y desconcertada alegó.
    —¡Pero si mínimo la distancia entre Denver y Washington D.C es como de tres mil kilómetros!—

Y Cú minimizó todo despreocupadamente.
    —Entonces fuimos un pedazo de metal volador que fue atraído por un imán a tres mil kilómetros de distancia— soltó a Gudao y escupió al suelo. —Han enfrentado peores cosas que esto antes, ¿de qué se vienen a quejar ahora?—

Gudao frunció el ceño, algo incómodo de recordar a la versión alterna de aquel mismo héroe que ahora lo estaba acompañando, pero reconocía que tenía razón y se levantó del suelo para seguirle el paso mientras ahora caminaban por un gran bosque siendo orientados por Da Vinci en todo momento.

Gudao frunció el ceño, algo incómodo de recordar a la versión alterna de aquel mismo héroe que ahora lo estaba acompañando, pero reconocía que tenía razón y se levantó del suelo para seguirle el paso mientras ahora caminaban por un gran bosque sie...

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Fate Grand Order/Sic Semper Tyrannis: Crysis SecessionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora