El berserker lúcido

Capítulo 17: Cuarto día

Illya no estaba del todo seguro de qué hacer con el pelirrojo que se había presentado como el antiguo Berserker de la Cuarta Guerra. Esta Guerra del Grial en particular ya se había descarrilado tanto que no era ni remotamente divertida y todavía estaba tratando de averiguar cómo la hechicería no había estado implicada en ninguno de los tratos de los que había sido parte hasta ahora. . Para la población en general, todavía ignoraban los peligros que acechaban dentro de su ciudad.

Ella suspiró mientras miraba al hombre que ahora estaba sentado en una de las muchas habitaciones de su castillo mientras tomaba un poco de té. Su propio Servant estaba mirando al hombre con algo que estaba segura era similar a la incredulidad. Ella podría estar detrás de ese sentimiento. Ya había un Servant extra trabajando detrás de escena de la última Guerra, aparentemente había más de uno.

Illya ahogó un resoplido poco propio de una dama al pensar en cómo actuaría esa vagabunda de Tohsaka si se enterara de que había otro jugador en el juego. Fue realmente cómico, en este punto ella creía que el dúo que era su onii-chan y Tohsaka eran los únicos dos que quedaban en la Guerra que en su mayoría seguían las reglas.

"Como dije antes, realmente es un placer conocerte, Illya".

Illya fue arrancada de sus cavilaciones cuando el pelirrojo dirigió su atención hacia ella. Ella se estremeció bajo su mirada, aunque parecía casi abatida, había un frío cálculo que nunca antes había visto en otro.

Aunque la mirada casi la atravesaba, notó que su Servant le dirigía una mirada tranquilizadora, por lo que pudo recomponerse.

"Supongo que también es un placer conocer a tu conocido, Gaara-san".

Parecía que esto era lo correcto para decir cuando el pelirrojo terminó su té y se recostó cómodamente en su opulento sillón. Si bien la propia Illya generalmente prefería las habitaciones más espartanas, tenía cierta debilidad por mostrar elegancia cuando había invitados, especialmente si intentaba ocultar su nerviosismo. El nerviosismo nacido de cosas como descubrir que Aozaki Aoko era un Maestro en la Guerra, o que había otro Sirviente de la Guerra anterior que todavía estaba anclado de alguna manera a su mundo.

"Ahora que nos hemos reunido todos, creo que podría ser el momento de repasar algo..."

Gaara se detuvo aquí mientras cruzaba los brazos pensando.

" ...delicados ."

Illya asintió levemente con la cabeza, haciéndole saber al antiguo Servant que podía continuar su camino de pensamiento.

"Para ser honesto, me alegro de que todo lo que he hecho hasta ahora haya dado sus frutos. Ningún plan sobrevive por completo al enemigo y todo eso, pero diría que lo estamos haciendo bastante bien".

Berserker dejó escapar un pequeño resoplido de diversión ante eso.

"Bueno, tenemos bastantes potencias de nuestro lado. No es de extrañar que las cosas hayan ido así. Demonios, tener tanta gente de nuestra era siendo convocada casi parecía como si alguien hubiera planeado-"

Los ojos de Illya se abrieron como platos cuando miró fijamente a su Servant. Si lo que estaba diciendo era cierto, entonces la única persona posible que podría haber sabido traer a este tipo de personas a esta era era...

"Ah, lo descubriste. Eso parecía un poco mejor de lo que recuerdo que podrías hacer en la vida. Supongo que la muerte te ha suavizado un poco, Naruto".

Illya trató de evitar que el pánico la envolviera. Aparentemente, todo lo que había sucedido hasta ahora, todos los Sirvientes que habían sido convocados desde la época de Berserker, los Maestros locos dentro de esta Guerra, aparentemente podían rastrearse hasta este hombre. De hecho, había un pequeño recuerdo de su abuelo diciendo que sería capaz de convocar a Heracles, a quien había pensado que conseguiría al comienzo de la guerra.