Brownies espaciales

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Dejar a Kazutora a cargo de la cocina es la peor idea que alguien puede tener jamás.

Y tanto Draken como Mitsuya se acaban de dar cuenta de eso.

Digamos que en una de las tantas veces en las que secuestraron la casa de Takemichi como centro de fiestas y reuniones, -y a la que por alguna razón que desconocen fueron invitados- a Kazutora se le había ocurrido la grandiosa y espectacular idea de hacer brownies, claro que las preguntas de como es que sabía hacer aquella receta dulce no faltaron, a lo que él respondió con un simple "Un amigo en la correcional me enseñó a hacerlos" claro que eso encendió las alarmas en las cabezas de todos pero lo dejaron ser.

Durante la preparación del postre ninguno notó nada raro, harina, huevos, chocolate y nueces, se veían apetitosos incluso desde antes de haberlos horneados, por lo que ninguno presentó alguna objeción, claro hasta que la charola llena de brownies estuvo vacía.

Draken podía decir con certeza que el estar drogado era como el estar borracho, a todos les atacaba a su manera.

Takemichi estaba teniendo lo que parecía ser un caso de paranoia rozando lo psicótico y miraba por la ventana murmurando que la policía estaba afuera de su casa y que en cualquier momento entrarían a arrestarlos por consumir marihuana.

Hanma estaba en alguna clase de viaje astral o algo por el estilo, en realidad no sabían, pero de alguna u otra forma les preocupaba que el mayor estuviese viendo la misma mancha de humedad en el techo desde hace una hora y media sin siquiera pestañear.

Kisaki y Chifuyu estaban teniendo una conversación por lo visto muy entretenida con algo a lo que llamaron Caliope y que a juzgar por la forma en la que hablaban con él, los tres se conocían desde hace mucho, aunque para alguien que no estuviese bajo los efectos de la marihuana solo estaban hablando incoherencias con una taza que tenía el rostro de Chayanne grabado, regalo que la madre de Takemichi trajo de uno de sus tantos viajes de trabajo.

El caso de Mitsuya era preocupante, estaba teniendo un serio ataque de ira en el que maldecía a los cuatro vientos tanto a Hakkai como a Yuzuha, de hecho, el polvo le había pegado tan fuerte que ya había roto algunos platos decorativos que había en una de las repisas para coleccionar cosas que la madre de Takemichi guardaba con recelo.

Aunque claro, no se puede confiar en el punto de vista de Ken porque a fin de cuentas, él también estaba drogado, de hecho él era el único drogado.

No habían ni platos rotos, ni Caliope, ni la taza con Chayanne ni mucho menos un Mitsuya enojado, quiero decir, Takashi ni siquiera estaba presente o mucho menos sabía de la reunión que se estaba llevando a cabo.

Si, Draken se había vuelto un conejillo de indias.

Y es que Kazutora consiguió ciertas sustancias ilícitas de un amigo hace unos días y ninguno se había mostrado dispuesto a introducir eso en su sistema, ni siquiera Hanma que fumó tres cigarrillos diarios se atrevió a tal barbarie, por lo que recurrieron a un sistema de selección y descarte ideado por Kisaki para encontrar a alguien con quien probar la marihuana exportada.

Pensaron en Nahoya, pero el bastardo tiene buen olfato, sabría al instante que se trataba de algo ilegal, Mitsuya fue una elección pero pensaron en Mana y Luna, y no podían permitir que su hermano mayor tardase en llegar a casa por estar drogado o en su defecto llegase drogado, además le tenían mucho respeto.

Pensaron en Mikey, él se dejaría si le dijeran que fue Takemichi quien hizo los brownies, temían que incluso se comiera una piedra que viniera de él, pero su reacción hubiese sido muy difícil de controlar, ya es un maldito hiperactivo al natural, no quiera saber dios qué haría estando bajo los efectos de algún estupefaciente. Así que se fueron por lo seguro y si bien Draken fue un poco difícil de convencer, puesto que era de su muy buen saber que los hanmas no se involucran en cosas buenas solo basto con rogarle un poco.

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