"Siempre me ha gustado el desierto. Uno se sienta en una duna de arena del desierto, no ve nada, no oye nada. Sin embargo, a través del silencio algo palpita, y brilla."
-Antoine de Saint-Exupery
-"Cuentan las antiguas leyendas de civilizaciones ya extintas, que del coral de las profundidades marinas, nacen las mas bellas criaturas, las sirenas de coral"-.
-"Su piel es de brillantes tonos pastel que van desde rosados tenues hasta los azules mas brillantes, sus cabellos relucientes iluminan las fosas abisales de vivos colores arco-iris"-.
-¿Las Sirenas de Coral existen, abuelo?- Grito un niño con voz entusiasta.
-Claro que si, Vanko, todas las historias son reales- Sonrió el viejo hombre de barbas blanca, que cargaba un gran libro entre sus manos.
El libro era enorme, tanto que tenia que requería cargado por ambas manos, sus bordes eran de un dorado opaco, el cuero que recubría la portada ya era viejo y se encontraba algo gastado, y aunque este no relucía por ser un libro bonito en gran medida, en el centro portaba letras de oro brillante que enunciaban "Legender og mytiske skapninger av Regä" y bajo ellas, un hermoso Ópalo de fuego, incrustado en ámbar recalentado pegado al cuero, que le daba al libro un aura de misticismo única.
-Lee otra historia del Gran Libro, Abuelo- El viejo movió con delicadeza las hojas amarillentas del tenue brillo.
-Bien Vanko, esta es una gran historia, se titula, "La mujer que nada con las focas"-.
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-Detente Vanko- Desde una motocicleta se escuchaba el grito nervioso de un hombre, como si fuera un eco.
Dos motocicletas de arena se deslizaban rápidamente por unas densas dunas de arena negra, artefactos increíbles que levitan sobre la arena con ligereza fascinante, atrapando cada grano entre las llantas horizontales para evitar los densos nubarrones de polvo.
-Ya casi lo atrapo, Samael- Grito el joven ávido
Frente a ellos un gran arenero de carga se deslizaba rápidamente sobre el ardiente suelo azabache, sobre el, una tripulación de piratas de arena abalanzaban sus armas contra los dos hombres en las motocicletas.
Vanko dio un paso sobre el manubrio, para posteriormente dar un salto directo a la cubierta, mientras su motocicleta, ahora vacía, se volcaba salvajemente cayendo sobre las arenas y provocando una gran mancha de humo y polvo.
El arenero mantenía frenético su marcha, mientras, Vanko, ya en la cubierta de madera solida, tomaba de su espalda un bastón de color carmín intenso, en el centro del mismo, una ágata verde brillante se encontraba incrustada justo arriba del mango recubierto de cuero.
-Terra Percutiens- El ágata del bastón se ilumino ligeramente, atrayendo a si, dos enormes rocas que se alzaron de entre la arena, azotando con una fuerza impactante en la cubierta metálica, generando un terrible estruendo que sacudió por completo el arenero sobre el que se deslizaban.
-Ascendens te...- Antes de que pudiera articular la ultima palabra, la punta de un arpón color amarillo luminoso se deslizo por el interior del hombro del muchacho, provocando un crudo sonido de carne machacada y manchando la punta del arma de sangre carmesí.
Un grito ahogado salió de la garganta del muchacho, quejidos y berridos aberrantes se deslizaban por su boca sin control.
-!Agarren al niño¡- Una voz tosca y huraña resono desde la toldilla del gran vehículo con desden en la voz -No quiero que salga vivo de aquí-.
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Vanko y el Gran Libro
Pertualangan¿Y si todas las historias que te contaron de pequeño fueran reales? Atrapado en una epopeya para recuperar el ultimo recuerdo de su abuelo, Vanko y El Gran Libro es la historia de un muchacho que lo dará todo por recuperar sus mas preciadas memorias...