Capítulo 3

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Dedicaron los siguientes días a las más diversas tareas. Primero reunieron pruebas de la contaminación: sacaron fotos de los peces, del agua turbia y de las tuberías de la fábrica que vertía sus desechos en el río. También recogieron agua en tarros, que rotularon con la fecha y lugar de recogida.

Luego llegó la parte creativa, en lo que ambas eran verdaderas expertas. Escribieron artículos, hicieron dibujos y una gran pancarta. Después le contaron todo a sus compañeros del colegio y profesores. Luego extendieron la noticia por las redes sociales y hasta se entrevistaron con el alcalde. El malestar y la indignación de los ciudadanos del pueblo fue creciendo, y finalmente la fábrica recibió una inspección que terminó en cierre temporal y multa por mala gestión de desecho de los productos tóxicos.

La fábrica consiguió volver a abrir tiempo más tarde, una vez hubieron subsanado sus deficiencias, por lo que nadie perdió su empleo y todos salieron ganando. Laura y Lilly estaban tremendamente satisfechas, habían hecho una gran labor y habían sido premiadas en diversos actos y recibido diplomas de muchas instituciones, pero la mayor satisfacción era la interior. Se sentían felices de haber ayudado a la mismísima naturaleza.

Pero ambas sabían que aún tenían algo que hacer.

EL AGUA DORMIDA (finalizada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora