𝐌𝐀𝐋𝐀𝐊𝐈

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| 𝐌𝐀𝐋𝐀𝐊𝐈.

Una larga fila de hombres armados y trajeados se abrieron paso para permitir que la Theerapanyakul pudiera andar en medio de ellos, encaminándose hacia una llamativa puerta que relucía como si estuviera hecha con lingotes de oro.

El semblante de la chica era serio y sus pasos rectos, demasiado firmes para una simple visita a su jefe, y es que nunca había podido bajar la guardia en aquel lugar.

La puerta fue abierta desde el interior, dos hombres se encargaron de hacerlo para permitirle el acceso.

Lo primero que se pudo observar fue a un hombre de espaldas, sentado en su sillón de cuero, jactancioso.

Solo tuvo que alzar una mano para que sus empleados entendieran cuál era la orden, y todos salieron dejando a Nikhotin a solas junto al íntrego líder de esa gente.

Entonces volteó en su silla con un gesto bastante tétrico. Era un hombre con barba espesa y ojos rasgados, caídos y con bolsas debajo. Sus pómulos estaban fuertemente marcados al igual que su mandíbula, su cabello era negro y brillante, además de largo. Se podía decir que era atractivo a pesar de su imponente aspecto.

Nikhotin se mantuvo indiferente mientras tomaba asiento frente a su jefe, pero ambos sabían que solo se trataba de una fachada para mantener controladas sus verdaderas emociones. ¿Estaba asustada o preocupada? Era difícil descifrar lo que pasaba por su mente.

──Adoro tus almendrados y preciosos ojos marrones ──alabó el hombre con voz grave mientras movía el anillo de su dedo índice, juguetón──. Pero no me gusta esa mirada afilada que estás echándome, ¿qué te mantiene tan resentida?

La castaña relajó sus expresiones y cruzó sus piernas en su asiento, colocando las manos entrelazadas sobre su muslo.

──¿Qué es lo que quieres? ──Fue al grano──. Me toma hora y media llegar hasta este lugar, no es muy discreto que digamos.

El hombre rió socarronamente antes de levantarse y acercarse hasta la Theerapanyakul con lentitud, tomando un mechón de su cabello y enredándolo en su dedo con diversión. Ella se mantuvo inmóvil.

──Sabes lo que tienes que hacer, ¿verdad? ──soltó el cabello de la chica para apoyar las manos en los hombros de esta, inclinándose ligeramente desde atrás.

El aliento del mayor sopló cerca del oído de la chica, haciéndole arrugar la nariz con desagrado. Se contuvo para no apartarlo clavándose sus propias uñas en su pierna.

|𝐁𝐀𝐂𝐊𝐒𝐓𝐀𝐁𝐁𝐄𝐑| Kinnporsche OC (CANCELADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora