❝ 𝙂𝙄𝙍𝙇, 𝙔𝙊𝙐'𝙍𝙀 𝙎𝙐𝘾𝙃 𝘼 𝘽𝘼𝘾𝙆𝙎𝙏𝘼𝘽𝘽𝙀𝙍 ❞
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𓂃𓈒 𝐍𝐈𝐊𝐇𝐎𝐓𝐈𝐍 𝐓𝐇𝐄𝐄𝐑𝐀𝐏𝐀𝐍𝐘𝐀𝐊𝐔𝐋 es la hija de Kan y medio-hermana de Vegas y Macao. Una mujer enigmática que después de haberse marchad...
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|𝐔𝐍 𝐑𝐄𝐆𝐀𝐋𝐎 𝐄𝐒𝐏𝐄𝐂𝐈𝐀𝐋 𝐏𝐀𝐑𝐀 𝐀𝐋𝐆𝐔𝐈𝐄𝐍 𝐄𝐒𝐏𝐄𝐂𝐈𝐀𝐋.
El complejo subterráneo de la Yakuza causaba desánimo a los que lo habitaban, pues era un lugar deprimente, lóbrego y gélido donde rara vez se escuchaban risas cálidas y murmullos afables.
Cualquiera que viviera allí por bastante tiempo tendría ganas de marcharse y dejarlo todo atrás, cosa que era algo casi imposible, ocasionando que alguno de los japoneses, por no querer decir en mayoría, llegaran a pensar en quitarse la vida; un deseo arduo que exigía mucho valor y fortaleza.
Afortunadamente nadie había llegado hasta ese punto aún, pero era seguro que muchos habían pensado en ello, y Nikhotin era una más.
Ella estaba acostumbrada a dirigir y a hacer su trabajo, pero en ocasiones, cuando estaba sola y ese toque de sensibilidad le daba aquel punto, todavía le era inaudito verse envuelta en todo ese negocio.
Namphueng Theerapanyakul había forjado ese camino para ella, y ahora ya no tenía escapatoria.
──Buenos días ──Mura hizo acto de presencia llegando con Venice tomados de la mano.
No era ningún secreto el hecho de que ambos estaban en una relación desde hace al menos dos años, tiempo donde la fémina lo descubrió.
No supo en qué momento aquellos dos habían comenzado a experimentar sentimientos el uno por el otro, pero Mura había esperado a que el menor cumpliera los dieciocho.
──Buenos días.
──¿Ya has comenzado a empacar tus cosas para el viaje? ──preguntó Venice.
La castaña asintió en respuesta.
──Tengo todo listo menos el regalo, lo cierto es que no se me ocurre nada. ¿Qué podría regalarles a Kinn y a Porsche? ──pasó su mirada desde Venice hasta Mura.
──¿Tal vez una buena cifra de dinero? ──dijo el japonés.
──No, eso no ──cuestionó Venice──. El dinero es lo que menos necesitan, ya que tienen de sobra.
Ambos se quedaron en blanco tras su primera idea. ¿Qué clase de regalo se podía hacer a alguien que ya lo tenía todo?
──¿Y si no les regalas nada? ──soltó Venice──. Honestamente pienso que solo con tu presencia ya estarán muy felices.
