❝ 𝙂𝙄𝙍𝙇, 𝙔𝙊𝙐'𝙍𝙀 𝙎𝙐𝘾𝙃 𝘼 𝘽𝘼𝘾𝙆𝙎𝙏𝘼𝘽𝘽𝙀𝙍 ❞
.・゜゜・[𝘉𝘈𝘊𝘒𝘚𝘛𝘈𝘉𝘉𝘌𝘙]゜゜・．
𓂃𓈒 𝐍𝐈𝐊𝐇𝐎𝐓𝐈𝐍 𝐓𝐇𝐄𝐄𝐑𝐀𝐏𝐀𝐍𝐘𝐀𝐊𝐔𝐋 es la hija de Kan y medio-hermana de Vegas y Macao. Una mujer enigmática que después de haberse marchad...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
|𝐔𝐍𝐀 𝐍𝐎𝐂𝐇𝐄 𝐅𝐑𝐈𝐀 𝐘 𝐂𝐀𝐋𝐈𝐃𝐀 𝐀 𝐋𝐀 𝐕𝐄𝐙.
Era de noche y refrescaba, sin embargo Nikhotin permanecía abrazándose a sí misma en la terraza del hotel, admirando la luna llena y por sobre todo disfrutando de su soledad después de que sus hermanos y Chan abandonaran el lugar.
Cualquiera que la viera diría que estaría meditando, cuestionándose sobre su existencia, pero su mente estaba en blanco.
No tenía preocupaciones ni malos pensamientos, solo vacío y calma, como si solo estuvieran la luna y ella.
Y fue el ladrido del cachorro lo que le devolvió a la realidad; una fría y sin sentido.
La boda de Kinn y Porsche cada vez estaba más cerca, en concreto tan solo faltaban tres días.
Nikhotin era consciente de que no iba a volver a sentir esa calma en Japón.
──Lamento que aún no tengas un nombre, pero no me corresponde a mí dártelo, lo entiendes, ¿Verdad? ──se dirigió al can antes de acariciar su cabeza──. ¿Tienes hambre? ¿Mmh? Todavía tienes tu plato lleno, ¿a caso estás a dieta? No me digas que no te gusta ese pienso.
El cachorro se dedicaba a jadear y a mover la cola conforme las palabras salían de sus labios.
──¿Gustas algo con más sabor? ¿Tal vez un buen plato de carne guisada?
Ella tomó el ladrido del cachorro como una afirmación, entonces se dirigió a la cocina, abrió el refrigerador y sacó un buen trozo de carne para guisar.
Sería comprensible el hecho de darle una parte de lo cocinado al perro, pero en realidad no lo iba a hacer para ella.
Nikhotin llevaba sin comer desde hace 10 horas, pero ni siquiera tenía apetito. Todo lo que quería hacer era relajarse en el sofá o irse a la cama.
Y teniendo esa sensación de que nada valía la pena, todo lo que hizo antes de ir a la cama fue servirle el plato al cachorro.
Estuvo un buen rato observando mientras el animal comía con gusto, hasta que decidió irse a la habitación para cubrir su cuerpo con las sábanas, recostando su nuca sobre una de las almohadas.
Fue de ese modo que se quedó con la vista fijada en el techo, dándole un par de vueltas a lo que haría en unos días y recordándose cómo era su vida.
