El spa

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Mucha gente considera el spa un lugar tranquilo. Pero en mi caso no es así.

Conocí en el spa a un chico, Andrés, alto, algo delgado y sobretodo muy guapo. Él entró un poco más tarde que yo, estábamos solos.

Desde que entró empezó a haber miradas, constantes, hasta que decidí acercarme a hablar con él y romper el hielo, por decirlo de alguna manera. Según me acercaba sonreía más, tenía una sonrisa contagiosa, y me hacía sentir más seguro. Me uní a él en el jacuzzi, que no era de gran tamaño, me senté enfrente suya y coloqué mis pies tocando los suyos.

Empezamos a hablar y descubrí que tenía 19 años, dos más que yo, que estaba soltero y sospechaba que le gustaban los chicos.

Cogimos confianza muy rápido y me confiesa que siempre había querido hacerlo en un sitio público. Me acerco lentamente a su lado del jacuzzi y finjo que me dejo llevar por las burbujas hasta llegar al sitio donde estaba su bañador. Al tocarle el pene me acomodo y me disculpo pero sin quitar la mano, al no notar oposición le arrastro hacia mi y le digo que ahora es el momento de cumplir su fantasía.

Al escuchar esto me sonríe, me baja el bañador y baja debajo del agua. Nunca había sentido tanto placer, cuando sale, me susurra:
-Ahora te toca.

Para bajar me tomé más tiempo que él, ya que quería admirar cada peca y cada lunar de su cuerpo. Cuando bajé empecé saborearle y a notarle retorcerse de placer, lo que me dio fuerzas a casi no coger aire.

Paré de comérsela antes de que se corriera, le coloqué encima mío y se la comencé a meter con cuidado para no hacerle daño. En cuanto se empezó a encontrar listo para que se empezara a moverse, me besó y empezó a recibir embestidas nada disimuladas, ya que estábamos solos. Yo le agarraba de la cadera para facilitar el movimiento, aunque claramente no la necesitaba.

Poco después empezó a flotar un líquido en la superficie del jacuzzi, acababa de deslecharse. Continúo el movimiento hasta que le llené de leche y me besó.

Justo nos empezamos a separar cuando empezó a venir más gente, rápidamente nos vestimos entre risas, guardando nuestro secreto esperando que se vuelva a repetir.

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