𝑫𝒆𝒄𝒊𝒔𝒊𝒐𝒏𝒆𝒔

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Al toparse con Jungkook en la entrada de su facultad esa mañana, Park Jimin supo que todo había acabado. Antes Jungkook le habría sonreído dulcemente, mirándolo con adoración mientras lo atraía hacia él para rodearlo en brazos, dejando un beso en su frente a modo de saludo. Pero ahora el pelinegro había pasado a su lado sin siquiera detenerse un segundo, musitando un neutral "Buenos días" en un robótico gesto de cortesía.

Jimin quiso detenerlo. De verdad quiso hacerlo, pero no tuvo la osadía.

¿Cómo hacerlo cuando él había sido el culpable de todo? ¿Cómo atreverse cuando él fue quien decidió alejarse del chico que ama con tal de mantener a salvo la relación con su familia?

Era un cobarde con todas las letras y lo aceptaba.

Porque aunque quiso luchar por él, aunque su corazón le gritaba que no lo dejara ir porque su felicidad estaba a su lado, no tuvo las agallas para hacer algo al respecto. No cuando sus padres le gritaron hasta el cansancio al enterarse de su homosexualidad, exigiéndole que eliminara cualquier vestigio de su relación con el azabache o, de lo contrario, lo echarían de casa y le negarían todo contacto con sus hermanos menores, pues no querían que sus demás hijos se vieran contaminados por las perversas ideologías de su hijo mayor.

Apenas tuvo conocimiento de la situación en la que se encontraba su novio, Jungkook le ofreció su ayuda y le rogó que no lo abandonara, prometiéndole que juntos buscarían alguna solución y, que si era necesario seguir ocultando su relación para toda la vida, él estaría dispuesto a eso por él.

Jungkook estaba dispuesto a sacrificar todo por Jimin y eso no hacía más que rabiar al mayor.

¡¿Por qué Jungkook se conformaba con eso?! ¡No debía querer estar con alguien que le ofrecía menos de lo que él mismo brindaba! Jungkook merecía tener una pareja con quien pudiera salir en público, alguien con quien tener citas en el cine y pasear de la mano por la calle. Debía vivir una relación bonita, sana y libre de miedos. Jungkook merecía a una persona que no temiera amar y que enfrentara al mundo por ambos.

Jungkook merecía al mejor novio del mundo y ese definitivamente no era él.

Es por ello que Jimin terminó la relación.

Jungkook lloró, lloró mucho, pero no insistió más. No podía obligarlo a quedarse a su lado. Aunque le doliese hasta el punto de doblegarse y caer al suelo arrodillado patéticamente, debía aceptar que la historia de ellos dos había llegado a su fin.

Y ahora, mientras una gruesa lágrima surcaba la mejilla de Jimin a la vez que avanzaba hacia su próxima clase sintiendo a su ex novio perderse tras su espalda, no había nada más qué hacer.

Había tomado una decisión y ahora tendría que asumir las consecuencias.

Había tomado una decisión y ahora tendría que asumir las consecuencias

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CRYING CORNER ☹  「Jikook / Kookmin 」 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora