CRYING CORNER ☹ 「Jikook / Kookmin 」

𝑻𝒂𝒃𝒖́

—No deberíamos hablar de eso.

Se sienta sobre la alfombra púrpura y afelpada que se encuentra cerca de la bañera de roca con manchas de un conocido color. Está parcialmente mojada, al igual que la mayor parte del piso del pequeño baño. Jimin mira el agua sucia, sintiendo como ésta moja sus pantalones, pero no le presta atención. Enciende un cigarrillo y luego le da una larga calada. Una sensación de ardor en los pulmones se hace presente, cierra los ojos escapando a otra vista y sopla de sus labios una nube venenosa. Con el dorso de su mano izquierda, se frota los ojos cansados ​​y vuelve a mirar.

Sus ojos son huecos, lavados, desvaídos.

Los dirige al rostro dormido de Jungkook y, como él, no parpadea, no expresa ninguna emoción, no llora. No llora, lamentablemente, no rasga su garganta, ni siquiera una lágrima corre por su mejilla. Quema el cigarrillo hasta el final y lo pone sobre la alfombra en la que está sentado y luego, deja la colilla secar en las gotas carmesí.

Ya no presta atención.

Extiende su diestra para tomar la fría mano del chico recostado en el sofá. La mantiene apretada y las puntas de sus dedos se ensucian con residuos de sangre. Se las arregla para limpiarse, pero aun así dejan manchas ardientes en su piel.

Queman, arden. Duele demasiado.

Se sienta lo suficientemente cerca como para poder contar incluso los cortes más finos en los delgados antebrazos de su amado. Los reclamos e insultos retenidos en su pecho salieron todos en un hilo de voz, transformados en una sola palabra:

—¿Por qué?

Y al preguntar esto, pudo sentir como la mirada muerta de Jeon estaba a punto de desmoronarse nuevamente, y sus labios le reprendían por plantear un tema del que nunca debían hablar.

Era tarde.