CRYING CORNER ☹ 「Jikook / Kookmin 」

𝑬𝒔𝒕𝒂́ 𝒃𝒊𝒆𝒏

A veces, cuando estoy solo en mi habitación y mi corazón ansía algo qué sentir, viajo a tu recuerdo. Quizás para ti no fui nada y eso es algo que comprendo perfectamente.

Sólo era el amigo de tu novia, sólo eso. Y está bien, estaba bien para mí. A pesar de los sentimientos que inevitablemente desarrollé, el cariño que sentía hacia ella era más fuerte que todo. ¿Una amistad duradera o un pasajero amorío adolescente? Esa pregunta, junto con la respuesta, la tenía siempre presente; repitiéndose como un mantra una y otra vez, haciendo eco en mi cabeza cada vez que mi pecho se agitaba con tu sonrisa o tu mirada chocaba con la mía.

Con el tiempo, me convertí en tu amigo también. Creo, no estoy muy seguro de si me considerabas un amigo, pero lo que sí tengo claro es que mi papel ahí era simplemente admirar su relación a lo lejos, apoyando a ambos y lamentándome cada vez que había una pelea entre ustedes.

Aún así y aunque ya pasó mucho tiempo desde aquellos años de secundaria, hay momentos en los que me pregunto qué habría pasado si la historia fuera otra.

Habían ocasiones en las que tu comportamiento era diferente conmigo, especial. No puedo asegurar que tuvieses intenciones románticas, pero inevitablemente me creaba ilusiones para luego lanzarlas al vacío al recordar la realidad.

Sabías bastante de mí. Mis problemas familiares, mi falta de autoestima, el abandono de mis padres, las cicatrices en mis muñecas, incluso mis trastornos alimenticios: Sabías todo eso, sólo tú.

"¿Sabes? Las personas hermosas como tú no merecen ser lastimadas por nadie, ni siquiera por ellas mismas"

Todavía no sé qué estaba pensando cuando confié en ti... Quizás creí que mi sufrimiento me haría merecedor de algo más. No estaba seguro de lo qué quería, lo quería todo y no quería nada. Cuando los sentimientos se ahogaron en mi pecho, anudándose en mi garganta en forma de un sollozo quedo, caí en cuenta de que estaba ridículamente enamorado.

Pero claro, ella también estaba enamorada de ti, probablemente muchísimo más que yo. Entonces todo comenzaba a estar en mi cabeza. La idea de tú y yo juntos estaba sólo en mi cabeza, permaneciendo allí hasta el día de hoy.

Yo sabía que tú eras todo lo que yo quería, y yo era todo lo que no buscabas.

Hace más de cinco años ustedes dos terminaron su relación, le pusieron fin y se apartaron el uno del otro, terminando como la mayoría de amores de la secundaria. Claro, yo ni siquiera me enteré, pues nuestra amistad había alcanzado su desenlace incluso antes que el de su noviazgo.

Lamentablemente para mí, mis sentimientos siguen iguales a cuando era un ingenuo adolescente y nunca he podido cambiarlos.

Pero no hay nada qué hacer, porque yo nunca fui nada para ti.

Y eso está bien. No sé para quién, pero sé que está bien.