vi. 𝐋𝐎𝐒𝐓 𝐁𝐄𝐓

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¡Pedido!
tw; ¿ninguno?

One-shot, Finney y Robin
❨¡Pronombres femeninos
y Shay rudolph a pedido!❩

“I bet on losing dogsI know they're losing andI'll pay for my place by the ringWhere I'll be looking in their eyes when they're down i'll be there on their side, i'm losing by their side”

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“I bet on losing dogs
I know they're losing and
I'll pay for my place by the ring
Where I'll be looking in their eyes when they're down i'll be there on their side, i'm losing by their side

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Todo aquello había empezado debido a un estúpido juego, mismo que creyó que podía ganar si se esforzaba en mantener una relación a base de mentiras, mismas que empezó a creer el mismo.

Todos querían ver si el tipo más problemático de la secundaria podía seducir a la chica de mejor promedio, Lylyan LaRusso, eran diez por cada persona que apostaba a su favor y cien dólares no le iban a venir mal para comprarse un par de cosas de la tienda que deseaba. Enamorarla no fue difícil, puesto a que la defendió a capa y espada, pasó el recreo a su lado, estudiando para sus siguientes exámenes y aunque creyó que iba a serle demasiado complicado fingir algo que no sentía. Terminó por caer en su propia farsa, el disimulo se convirtió en verdad.

Y en menos de un mes, Lylyan era su novia oficialmente. Aquél día simplemente le robó el primer beso, mismo que fue el suyo y le declaró su “falso” amor y aunque había cumplido con su apuesta. A el le encantaba sostener su mano entre los pasillos sosteniendo sus dedos entrelazados que hacían una diferencia entre su mano tersa y pálida, con la suya que se encontraba siempre herida o vendada. Le gustaba el hecho de que ella recargara su hombro sobre su hombro y jugará con los mechones de su cabello castaño, que se sentará a su lado en clase y dejara garabatos sin sentido en las hojas, a veces corazones, otras flores o caritas felices. También le gustaba compartir pulseras y collares juntos, en realidad le había comenzado a gustar la chica.

Tanto que en tan poco tiempo de vió enamorando, olvidando que aquello era una farsa. Pero de nuevo, toda mentira es descubierta y aquella no fue una excepción, puesto a que un día alguien dejó una nota en su casillero donde Robin había aceptado aquella nota estúpida en clase y luego otra de cuando le dieron los cien dólares. Aquello rompió el corazón de la chica, puesto a que se había visto enamorada de él, pero tomó la suficiente valentía para acercarse a pasos seguros, quitando la bandana que traía amarrada sobre su muñeca, igual que sus pulseras, collares e hizo los papeles bola, comenzando a lanzarle todo aquello que compartían.

𝙏𝙃𝙀 𝘽𝙇𝘼𝘾𝙆𝙋𝙃𝙊𝙉𝙀 𝙋𝙍𝙀𝙁𝙀𝙍𝙀𝙉𝘾𝙀𝙎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora