💥6 Capítulo: Preguntas Con Respuestas Ideseadas

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FLOR

Bueno si me lo preguntan pues si ya e jugado este juego es la botella, giras la botella al que le caiga la tapa le preguntas reto o verdad o así lo jugaba de adolescente. Por otro lado Sharon parece no averlo jugado nunca su cara de espanto fué digna de fotografía me hubiese burlado de ella sí no estuviéramos en esta situación tan compleja, y es que si me lo preguntan de verdad ya sabia que ivan a pedir algo a cambio de hablar con el—algo estúpido, ¿no?—y suponiendo que estaban jugando, el cambio seria el mismo que ocurrió.

Luego de sentarnos ambas en el suelo frío, miro a todos los chicos sentados y uno habla.

—Yo soy Jack—dijo el Castaño a la izquierda de Sharon.

—Keell.—dijo el chico de cabello negro lacio, el que tanto buscamos.

—Félix, aquí—dijo uno que está al lado de Keell, tiene el cabello marrón tono oscuro, tiene la cabeza gacha y parece algo incómodo, tímido.

—Javier y él Angel, no habla—dice el  chico y señala al otro de su lado.

Keell señala la botella y explica el juego tal cual como era hace unos años, cuando lo jugué.

—Empezamos—dice Jack y gira la botella del centro.

La botella da vueltas y más vueltas, hasta que se va deteniendo poco a poco y se detiene en Angel y lamentablemente en Sharon.

El chico levanta la mirada aún con la cabeza gacha y mira de reojo a Sharon y luego mira a Javier.

—Esto no me parece, no esta bien—dice el chico con voz que causa terror.

Javier se queda inmune a sus palabras, pero en cambio Jack no, le da una mirada fulminante a su  compañero de habitación.

Sus ojos echan chispas y su boca se abre y lo que sale de ella son puras palabras venenosas.

—Y a ti desde cuando te importa lo que esta bien, es que eres imbécil o te la das de héroe—dice Jack y ahora el que bota chispas por los ojos es Angel.

Ambos chicos se levantan de golpe el que habla es Angel.

—Que les cuesta contestar unas preguntas y ya, ¡Ah no... Cierto que ustedes se la dan de muy importantes!—dice fingiendo sorpresa y se dirige a nosotras-—¡Pero les informo chicas ellos lo que son son unos ordinarios!.

¿¡Pero menos mal que no habla?!

Keell se levanta y aparta a Jack que se va a lanzar encima de Angel.

—¡Ya!, él tiene la razón, no debemos forzar a unas chicas a jugar algo que sabemos que no quieren hacer, yo voy hablar con ellas y ustedes se quedan acá hasta que llegue.—dice furioso, pero con control en cada palabra.

Keell pasa por nuestro lado y cuando su mano ya esta en el pomo de la puerta se dirige a nosotras.

—Vamos, ¿querían hablar, no?—dice y ambas asentimos y nos levantamos del suelo

Seguimos a Keell que pasa por el pasillo de las habitaciones y salimos por donde mismo entramos.

Salimos al patio de chicos que veo diariamente a través de las rejas del nuestro, hay un árbol, nos escondemos detrás de él y Keell se cruza de brazos y nos mira con una de sus cejas arqueada.

Al verlo de cerca se nota que tiene su atractivo, sus ojos son marrones claros, sus pestañas sol largar y sus labios son carnosos, su pelo es negro lacio y al parecer esta un poco más largo de lo que se lo permiten, y por último su nariz, es muy perfilada, y la envidio.

Sharon me mira como pidiendo permiso de hablar y yo asiento.

—Queremos saber sobre Scarlet—dice y su mirada cambia a una que no refleja nada.

—No.—dice severo y serio.

—Nosotras necesitamos que nos hables de ella, por favor ella... ella merece algo mejor y si tu nos dices algo que nos ayude podremos lograrlo—dice Sharon y Keell la mira indiferente.

—¿Para qué?, si se puede saber claro—dice Keell y nos mira con suma curiosidad

—Scarlet se suicido ayer, no sabemos porque razón y queremos un porqué razonable, así le darán algo digno y no un entierro simple y sin misa  que se alla suicidado no le quita derecho, tenemos más tardar hasta mañana—digo yo, y al terminar Keell tiene la mirada perdida si la de antes parecía vacía esta parece un  pozo sin fondo, sus ojos se volvieron más oscuros y la tristeza y la rabia lo inundaron.

Se pone las manos en la cabeza y se da la vuelta dándonos la espalda.

—Mierda, mierda.

Lo escucho mascullar esa y más palabras, luego de dos minutos se voltea hacia nosotras y nos pregunta.

—¿No han visto a la madre?—preguntó y nosotras no entendemos el porque.

Y es que sí, vimos a la madre y es una víbora, dijo que su hija se merecía lo que la madre superior dictará, ya que era una niña malcriada y mal portada.

¿¡Que no amaba a su hija!?

—Sí estuvo en el convento y dijo que no le importaba, que aceptaba lo que la madre superior dictará—dice Sharon cabizbaja.

Keell abre los ojos de par en par  estaba sorprendido por tal atrocidad.

—¡¿Pero que le pasa a esa bruja malnaci... Lo siento, es que... ¡Argh!—grita en modo de frustración

Y es que en parte lo entiendo, es como ver a Adriana solo que ella la domina más el llanto que la rabia, y con Keell es al revés.

—Ella nunca quiso entrar en esa cárcel, pero le tocó ¿no?, igual que yo, solo que por razones totalmente distintas, ella porque su madre nunca la quiso ya que odiaba a su marido, su padre se veía igual a Scarlet, hasta hablaban igual, con las mismas frases y demás, ella...—Su voz se rompió, estaba mal y por más que trataba ocultarlo no lo lograba. Sus ojos lo delatan.

Se recompuso y continuó.

—Hasta sus ojos eran iguales, ella un día me mostró una foto de él, transmitían la misma alegría, pero su padre murió de intoxicación, Scarlet siempre dijo que fue su propia madre quien lo asesino, desde que se entero de la noticia sus ojos abandonaron ese brillo, esa aura que tanto la caracterizaba  se volvió rebelde, peleaba conmigo por todo y yo solo la miraba tratando de  tranquilizarla, no sabía que todas esas cosas pasaran por su mente, yo... La amo y me duele no haberle podido ayudar, y quiero que cuenten conmigo para lo que necesiten... Ah y... quiero pedirles disculpas por lo de arriba, yo no fui el de la idea pero tampoco me negué, lo siento—dice, se seca una lágrima que bajo por su mejilla, y estrecha la mano con Sharon y conmigo.

Keell subió a su habitación y nosotras también, nos devolvimos tal cual vinimos.

Ahora lo entiendo todo, estaba mal por lo de su padre, la desilusión del que su propia madre la haya despreciado toda su vida y para terminar el que la haya internado, su vida le parecía un desastre ella se escondía  detrás de esa máscara de rebeldía, pero por dentro estaba destrozada, se volvió débil con tantos pesos en sus hombros y tantas flechas al corazón, y no encontró una mejor solución.

Habiendo tantas eligió la peor.






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⏰ Última actualización: Nov 14, 2022 ⏰

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