¿Cita? nunca lo llame así

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Cuando Sarada estaba en el hospital

—Por fin se fueron los chicos —dijo con cierto alivio la azabalache —

—No seas tan mala —soltó un suspiro por la actitud que tenía la Uchiha acerca de sus compañeros—

—Cuando salga de aquí —parecía que no sabia como decirle algo— ¿saldrías conmigo a algún lado?

¿Aquella no era una declaración de amor?

—Claro —sonrió de manera nerviosa la de pelo morado— pero primero deberás salir del hospital —quería evitar hacerse ideas erróneas en primera—

¿Acaso me acaba de pedir una cita? Definitivamente ella lo había entendido mal
¿Cierto?

—¿han pasado muchas cosas cierto? —la Uchiha tomó rápidamente la mano de Sumire para sujetarla como antes de que entrarán los chicos—

Sumire definitivamente debía estar malinterpretando las acciones de Sarada, o eso quería creer

—E-esto —se tomó un momento para relajarse— Tienes razón —por lo menos no tartamudeo al decir esas palabras— Imagino que es peor para ti

Sarada se tenso al entender a qué se refería

—Supongo —la uchiha únicamente sujeto con más fuerza la mano de sumire—

Y de manera inesperada empezó a acariciar levemente sus manos

—Pero ahora está mejor la situación ¿cierto? —decir que la kakei parecía un tomate de lo roja que estaba era realmente poco—

Sumire era hermosa sin duda, por un momento tuvo el impulso de besarla pero logró frenarlo antes de siquiera moverse

—Vendré en un rato —la uchiha también estaba algo sonrojada la verdad—

—Hmp —estaba algo avergonzada como para responder

45 minutos después

Se oyó un golpeteo en la puerta

—¿Boruto? —se preguntaba qué hacía si ya había venido en la mañana—

—¿Podemos hablar en privado? —la Uchiha solo lo miró con una expresión confundida— sin tu novia

Ante eso último la Uchiha se sonrojo

—E-ella no es mi novia, idiota —el rubio estaba confundido—

—¿No era tu novia? —la mayoría de los genin pensaban eso— Pensé que lo era por lo unida que es contigo —parece que ninguna de las dos se daba cuenta de nada—

Aunque el rubio quería creer que por lo menos Sumire si se daba cuenta

—Ella no me gusta —parecía más avergonzada que enfadada si la conocías— no me gustan las chicas

—¿Eh? —pero eso no tenia sentido— pareces ser más amable con las chicas

Si cuando Chōchō necesitaba ayuda Sarada parecía desesperada por resolver su problema

—Si lo dices por Chōchō ella es mi amiga —intentaba defenderse inútilmente—

—Supongo —de todas formas no le creía nada de eso— pero —no quería incomodar más a su amiga— ¿me prometes que seremos amigos por siempre? —era una promesa infantil pero era importante para el—

—Claro —mostró una pequeña sonrisa ante la promesa de su amigo— infantil —dijo con tono burlesco—

—Adiós —el rubio se dio la vuelta para irse mientras agitaba su brazo—

Sarasumi: El origen de un nuevo clan Donde viven las historias. Descúbrelo ahora