Yo nunca

30 6 12
                                    

—Bueno olvidemos eso, anda ven. —Tomó mi brazo para tirar de mí a toda velocidad y entramos en otra sala la cual estaba llena de gente con vasos rojos en las manos.

—Hey! Estamos jugando a Yo nunca, os apuntáis? —Murmuró el amigo de Nahia mostrando una sonrisa. Se llamaba Izan, era rubio y por lo que había podido hablar antes con él me había parecido un chico de lo más encantador.

—Si venga, por qué no. —Cogí un vaso de los que quedaban en la mesa y le pasé otro a Nahia.

—Yo nunca lo he hecho en un sitio público. —Gritó derrepente un chico, la mayoría de gente por no decir toda la sala levantó el vaso para beber.

Veréis, no es que mi vida sexual tuviera un gran recorrido, no recordaba haberlo hecho en ningún sitio público, pero todo el mundo estaba bebiendo y yo no iba a ser menos así que también le di un trago a mi vaso, je.

—Uy qué atrevidos tooodos! —Soltó Izan junto con una risita que ya empezaba a notarse alcoholizada.

—Yo nunca he robado. —Dijo una chica que estaba sentada frente a nosotras.

—Robar corazones cuenta? —Se empezó a reír el chico que había gritado antes y bebió de su vaso.

Puede que yo hubiera robado alguna vez, pero a esta gente eso no le importaba y prefería dar buena impresión así que me quedé quietecita observando a los demás. Y entonces lo vi.
No sé si no me había dado cuenta antes o acababa de llegar a la sala pero Adrik estaba apoyado en una de las paredes y con la vista fija en el suelo.

—Yo nunca he calentado a alguien para luego dejarle con las ganas. —Dije levantando la voz para que toda la gente que había en esa sala me escuchara.

Algunos bebieron, otros se quedaron pasmados al escuchar esa frase, yo mientras lo observaba a él.
Adrik levantó la mirada y la centró en mí, se hizo el pensativo durante varios segundos y mostró una sonrisa traviesa antes de llevarse el vaso a la boca y terminárselo todo de un trago.

Vale...quizás era un capullo que iba provocando a las chicas para después pirarse, pero al menos sabía reconocer las cosas y eso me gustaba.

Distancias PeligrosasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora