El incidente

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Estuve un rato bailando con Nahia y su amigo el cual por fin habíamos encontrado, el problema es que en ese tipo de fiestas hay gente muy torpe, y yo tuve la gran suerte de cruzarme con uno, y terminé con el vestido lleno de su bebida al sentir como ese imbécil borracho me la había tirado encima sin apenas darse ni cuenta.

—Joder! —Solté un grito de rabia al sentir lo frío que estaba el líquido que ahora manchaba mi vestido.

—Ay dios mío. —Nahia me miró preocupada. —Estás bien?

—Si... no es nada, sólo iré un momento a intentar lavarme esto al baño vale? ahora vuelvo. —Dejé escapar un suspiro.

Me alejé de ellos esquivando a las personas que bailaban y subí las escaleras para buscar el baño. Mientras subía me crucé con gente mareada, tirada por las escaleras, gente besándose y bebiendo como locos.

Al llegar, entré y mojé un poco la tela antes de intentar limpiar la mancha roja que se había hecho presente en mi vestido, al ver una silueta detrás de mi me giré de inmediato.

—Vaya, tú eres la chica que se ha enfrentado a Aegan delante de todos. —Murmuró con la voz algo ronca mientras jugaba con el vaso que sostenía en sus manos. —Qué valiente.

—Y tú eres su hermano no? el que derrocha ganas de vivir. —Me volví a girar y lo miré a través del espejo mientras él se apoyaba en el marco de la puerta.

—Aparte de vacilona también eres graciosa? —Le dio un trago largo a su bebida y me miró. —Prefiero que me llamen Adrik.

—Y tú además de persona también eres un jodido oso panda? porque con esas ojeras no me sorprendería.

—Pues. —Rodó los ojos y levantó la comisura del labio en una pequeña sonrisa. —Digamos que dormir no es una de mis prioridades.

Distancias PeligrosasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora