CAPÍTULO 4

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Me encontraba en el departamento, estaba sola, había terminado de bañarme, y ponerme cómoda, opté por ir a postrarme sobre el sofá a ver Harry Potter por séptima vez, sin duda alguna un plan perfecto para mi. Al poco rato mi celular sonó, Val me había mandado la dirección de un restaurante, me decía que fuera a comer ahí, claramente acepté, así que me paré del sitio yendo al armario para ponerme algo más decente y salír para allá.

El camino no fue muy largo, al paso de media hora ya estaba fuera del lugar.
Le mandé un mensaje a Val diciéndole que ya me encontraba aquí, pero no respondía.

Ingresé al lugar, comencé a buscarla con la mirada, pero solo logré ver a lo lejos a Daniel, por un momento me alegré.
Caminé hacía él, di la vuelta a una mesa para llegar del lado derecho, pero cuando estaba cerca una chica se detuvo frente a él, pude ver como la miraba, tenía ese mismo brillo en sus ojos, y esa sonrisa completa de aquel día en el parque cuando miraba su celular, así que entendí que ella era producto de esa felicidad también en aquel momento, fingí que no me dolió y salí de ahí, regresando a mi realidad, la cual no lo involucraba conmigo.

Apagué mi celular y regresé a mi departamento, es increíble como mi energía había sido consumida, y lo único que quería era dormir esperando un mejor día.

Al día siguiente, siguiente, y siguiente evadí planes que involucrarán a Daniel, quería olvidarme de mis sentimientos por un rato, y aterrizarlos a la cruel realidad, aunque a veces me resultaba imposible, así que día tras día tuve una lucha interna conmigo y contra mis amigas de las salidas con los chicos.

Hasta hoy, cuando a las 8:00am, sonó el despertador, habíamos acordado que todas nos levantaríamos más temprano para que el día nos rindiera en su totalidad, puesto que en los últimos días el tiempo nos comía.

Salí al pasillo, volteé hacía las habitaciones, las puertas aún estaban cerradas, eso significaba que aún no despertaban.
Fui a la cocina, planeaba hacer algo para desayunar, había pensado en unos ricos chilaquiles, pero recordé aquella vez que casi quemo la cocina tratando de hacer una sopa, que mejor opté por hacer unos huevos con hotcakes, algo sencillo pero rico.

Después de media hora se asomó Valeria.
-Huele rico.-dijo mientras se sentaba en la isla.
Había tardado en salir pues se estaba arreglando, según ella para cualquier plan que se pusiera en puerta.

Terminé de servir y llevé los platos a la mesa, ambas tomamos asiento, esperaríamos a Ai, así que, en lo que  ella llegaba nosotras buscábamos una película para ver al desayunar.

-Ya no quiero que me rinda el día- dijo Ai apareciendo con pijama y cara adormilada.
-Buenos días- Dijimos Val y yo riendo.

Caminó hasta sentarse en la mesa, aún le pesaba todo, aunque eran casi las 10 de la mañana, y aunque ella misma había dado la idea de levantarnos a esa hora.
-No me gusta levantarme temprano-decía mientras se tallaba sus ojos.
-y eso que dormiste de más.-dije aún riendo.

Pusimos la película, hoy no teníamos nada planeado, así que tranquilamente desayunamos.

Al poco tiempo, después de desayunar nos encontrábamos en la sala, en la cual ya se había desatado un momento de tensión entre ellas.

-Si te sentaras bien cabríamos las dos-Decía Ai queriéndose sentar en el sillón.
-No me quiero sentar bien- Le decía rechistando la menor alargándose más sobre éste.
-¿Vieron esto?- intervine.
-¿Qué es eso?-Preguntó Ai mientras se levantaba para venir a sentarse a mi lado.
-Es hoy, nos podemos ir temprano para alcanzar un buen lugar-comenté mostrándole el cartel del evento.
-¿Qué es?- preguntó Val sentándose correctamente.
-Es como una feria, y vendrán varios grupos de rock, punk, y ese estilo.-Respondió la mayor.
-Quiero ir- dijo la menor de todas parándose, lista para irse a su habitación a cambiar de outfit.
-Oigan pero- Habló Ai, haciendo que Valeria se detuviera.
-¿Qué?- preguntamos al unísono.
-Esas ferias se ponen densas- mencionó con una cara de preocupación.
-¿Entonces no vamos?- Pregunté.
-Solas no.
-Podríamos invitar a los chicos-Mencionó Val tomando su celular del bolsillo para mandar un mensaje.
-Ay no, entonces no vamos-hablé acomodándome sobre el sofá.
-No seas así-hizo un puchero- Si no le quieres ver la cara a Daniel pues no lo voltees a ver, haz como si no estuviera ahí y ya, pero vamos- decía acercándose- igual yo sé que lo quieres ver-Murmuró, lo cual no era mentira.

𝓜𝓲𝓵 𝓓𝓮𝓶𝓸𝓷𝓲𝓸𝓼. 𝙳𝚊𝚗𝚒𝚎𝚕 𝙶𝚊𝚕|| ωιρℓαѕн.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora