La Agonía De La Lujuria [Hyunlix]

FIFTEEN

Pecados:

Lujuria: Hyunjin
Soberbia: Bangchan
ira: Lee Know
Envidia: I.N
Gula: ChangBin
Pereza: Han
Avaricia: Seungmin

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Un año después...

Un año...un año....¿¡Un año?!
¿Cómo es que una aventura de una noche se había transformado abruptamente en un año de relación, en una departamento compartido y en una pequeña perrita?
Así, con todos esos pensamientos en mente se encontraba Hyunjin ese día.

Hyunjin
Hyunjin
Hwang Hyunjin.

¿Y Lujuria?

Se había tragado su papel y su farsa más de lo que le hubiera gustado.
Y eso también le traía malas noches, no hubo una noche en todo esos días en las que no pensara en que podía amanecer despegado de su pelinegro. Por culpa suya, o del resto.

—Jinnie...—La voz de su ángel tomó su atención— ¿Qué hora es?

—Déjame ver—levantó su celular de la mesa auxiliar para revisar la hora. Había empezado a dominar aquellos aparatos— Las ocho y treinta y cinco...

—Ah— Iba a seguir durmiendo pero se levantó abruptamente— ¿¡Y treinta y cinco?!—El mayor asintió aún recostado en la cama— ¡A las nueve tengo que estar en la universidad!

Con la intención de correr al baño intento levantarse pero unos fuertes brazos lo aprisionaron.

—Puedes faltar un día Lix...No te hagas drama...

—No Hyun—respondió histerico—No puedo repetir año, y no voy a abandonar la carrera de nuevo.

—¿De nuevo?— Frunció el ceño y soltó al pecoso.

—Ah verdad—Se levantó y corrió hasta su armario y mientras elegía minuciosamente sus prendas continuó— Cuándo tenía recién dieciocho abandoné la carrera, y bueno, la tuve que volver a iniciar a los diecinueve. Si no ya hubiera terminado...estúpido Felix joven...—se recriminó.

Terminó de arreglarse y se acercó a la orilla de la cama donde beso a su novio, quien parecía estar a punto de volver a dormir, en seña de despedida.

—Te amo, nos vemos en la tarde—Susurró.

El mayor sonrió como respuesta y volvió a los brazos de Morfeo.

No se volvió a despertar si no dos horas después, el reloj marcaba las diez y veinte y el sol ya se asomaba plenamente por la ventana.

—Que Pereza, joder...

"Pereza" esa palabra, ese nombre rodó por su cabeza mientras aún ponía en marcha la cafetera.

¿Qué habrá sido del resto de los pecados?