La Agonía De La Lujuria [Hyunlix]

SEVEN

Pecados:

Lujuria: Hyunjin
Soberbia: Bangchan
ira: Lee Know
Envidia: I.N
Gula: ChangBin
Pereza: Han
Avaricia: Seungmin

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Escape

Cuando escuchamos la palabra "Lujuria" solemos asociarla al sexo, pero la lujuria tiene un significado mucho más amplio, se refiere también al deseo exagerado e incontrolable de cualquier otra cosa.

No sabía qué hora era, probablemente muy tarde, hace como dos horas que Pereza había abandonado su habitación después de ayudarlo a bañarse y hacer otras cosas, entre ellas, cambiar las sábanas.

Cada vez que intentaba cerrar sus ojos para dormir se acordaba de cómo fue corrompido.
"¿Eso provoco en la gente?" Pensó "¿Por mi culpa la gente pasa cosas así?"
Sabía que no tenía la culpa del todo, él jamás había abusado de nadie, pero era consciente que era quien, involuntariamente, provocaba esos actos, actos que ahora a él le había tocado también pasar.
Provocaba el deseo de manera incontrolable, él era ese deseo.
Y a consecuencia él también estaba sometido a ese incontrolable deseo, y como si fuera poco, en su máximo esplendor.
"Rubio de mierda" pensó Hyunjin.

Se sentó en el medio de su cama cruzado de  piernas pensando que podría hacer.
Uno: podría quedarse en esa habitación oscura hasta el fin del infierno, apenado por lo que unos que "la tenían corta" según Lujuria, habían hecho.
Dos: Intentar superar lo que había pasado con el tiempo.
Tres: Ser impulsivo, evadir sus problemas, salir a buscar a su nuevo deseo para dispersar sus malos pensamientos porque no podía lidiar con ellos.

No tuvo que pensarlo mucho, Tres.

Dio un brinco e inicio a guardar ropa en una mochila vieja y rota, guardo casi todo lo que tenía, que no era mucho.
Corrió en puntas de pie hasta la habitación de Pereza, el único que estaría dispuesto a ayudarle.
Entró intentando no hacer mucho ruido, estaba todo apagado, "duerme" se dijo a sí mismo.
Camino hasta estar junto a su cama y se arrodilló sobre esta sacudiendo al castaño.

—Perezaaa—Llamó

—Te juro que te mato Idiota—Respondió este levantándose y encendiendo el velador.

—¿Me ayudas a volver a la tierra, conseguir dinero, una casa y lo sea que sea un celular y no volver jamás?— Pereza frunció el ceño.

—¿Por qué te ayudaría yo en eso?

—Porque me quieres y vas a poder dormir en mi cama de dos plazas y media—Sonrió inocentemente.

—Comprado ¿Qué necesitamos?— Ambos se levantaron de la cama.

—Dinero, y dinero, ah, y más dinero.

—Entendí, Entendí.

—Bueno—Lujuria estaba a punto de salir de la habitación— ¿Le robamos a algún humano o cómo hacemos?