¿Héroes o Villanos?

El "fantastic world"

Un pasillo estrecho, a los dos lados del pasillo estanterías rellenas de grandes libros con luces y al final del pasillo una puerta de color marrón que apenas se distinguían del color de las paredes.
¿Cómo es que nunca la gente se dio cuenta de que esto estaba aquí? Pregunté.
¿Y por qué me preguntas a mí? ¿Yo qué voy a saber? Respondió Raquel con cierto tono de amargura.
De pronto se abrió la puerta, el amuleto se dirigió hacia la entrada, quería guiarnos hacia algún lugar, justo al entrar, la puerta pegó un portazo, Me asusté y pegué un mini saltito.
Había una especie de...
¿Eso es un círculo multicolor flotando? Preguntó Raquel.
Es un portal interdimensional, si leyeras más libros de tecnología e informática lo sabrías.
No gracias, eso es para frikis de la tecnología y yo no soy ninguna friki.
Ignoré su comentario absurdo y entré al portal.
¡Hey, espera! Entró.

Al entrar, aparecimos en una jungla, todo era demasiado verde y precioso.
El amuleto... ¿Dónde se ha metido? Pregunté en voz alta.
¡Amuleto! Justo cuando grité esta palabra, el amuleto vino hacia mí muy rápido, se colocó en mi mano y se convirtió en una espada.
¡WOAH, MOLA! Exclamé emocionada.
Una espada en una jungla sin peligros, que práctico amuleto... Dijo Raquel, aunque parecía un poco envidiosa.

La espada/amuleto parecía seguir indicando el camino, estaba hecha a mi medida, pasamos entre árboles y toda la naturaleza hasta que se hizo de noche.
Tendremos que acampar, talaré algunos árboles con mi nueva espada, dije emocionada.
Para cuando llegué Raquel estaba con una mirada triste observando el suelo, mientras hacia la fogata, hubo silencio entre las dos, solo se oía el cantar de los grillos y algún que otro pajarillo que había aún despierto, me senté a su lado.
¿Te noto algo triste o estás fingiendo?
No, es solo que...¿Cómo hemos acabado aquí? Se supone que estábamos castigadas y de repente, ¿Aparecemos en una jungla?¿Estamos perdidas?¿Cómo volveremos?
Raquel se veía bastante triste y asustada al hacer todas esas preguntas.
No sabía que responder, así que me quedé callada.
Siguió con sus preguntas.
¿Por qué nosotras hemos acabado aquí? ¿Por qué ese amuleto nos guío hasta este lugar? ¿Es bueno o malo que acabásemos aquí? ¿Habrá más gente como nosotras?
Raquel, no tengo ni la menor idea, sé tanto de todo esto como tú, será mejor que vayamos a dormir y mañana prosigamos para buscar una salida de toda esta jungla, y si hay gente, pediremos su ayuda.
Me giré, me tumbé y me puse a dormir, de reojo vi a Raquel que hizo lo mismo que yo.