Es un placer conocerte

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CAPÍTULO 5

-Hola Sasuke - Sakura plantó un beso en su mejilla, tocando levemente su brazo, desconcertandolo por el contacto.-nos veremos más tarde.

Alejándose con prisa.
Tenía un pilar central frente a ella sobrepasandolo, descubrió que la mesa reservada estaba vacía.

Su frente se arrugó, inconforme. Entonces el mesero a cargo de atenderla, se acercó tras el llamado del capitán, tras ayudarla a sentarse saludó cortésmente.

-Buenos días señorita -se quedó a media frase cuando ella le dedicó una mirada que simulaba a un depredador enfocando a su presa.

En un parpadeo Sakura relajó su mirada y respondió con la misma cortesía -Buenos días, estoy esperando a alguien pero puede dejarme la carta, gracias.

Él asintió y escapó de su vista. Ella observó la carta en sus manos, cuidaba bastante de su peso, pero jamás se mataba de hambre, justamente en la semana que inició el ayuno intermitente su estómago vacío le provocó más irritabilidad de lo normal.

Mientras bajaba la mirada con la barbilla en alto, confirmaba en su reloj que pasaban ya tres minutos después de las once.

-¡Hola!, lo siento mucho, había un poco de tráfico. -Ella levantó la mirada y observó a un hombre alto, demasiado delgado, rubio, y de ojos azules ceniza, éste tenía que ser Jakob Bauer

-Estoy consciente de ello, es por eso que salí con diez minutos de antelación -enmarcó -por respeto a tu tiempo.

La sorpresa se dibujó en el rostro de Jakob, las palabras de la mujer frente a él, le dieron la sensación de estar siendo reprendido por su jefe.

-De verdad lo siento, no suelo llegar tarde a ningún lugar importante.

-Esta cita debe serte tan banal y lejana a ese rango. -la boca de él chico se abrió ligeramente, entonces ella se levantó y señaló con la palma-por favor siéntate.

Imediatamente él le acercó la silla para que volviera a sentarse, su mirada se cruzó con los ojos verdes de serpiente de la pelirosa, con un suspiro involuntario el bajó su cara. Conociendo tantas mujeres con tan variadas personalidades, nunca había sentido una vibra tan imponente.

-Es un placer conocerte en persona, Kakeru habla a menudo de ti. -comentó intentando recuperar su seguridad, tomando su lugar en la mesa.

Ella se limitó a observarle la cara, analizándolo con tanto descaro que, como autodefensa él empezó a parlotear.

-Sabes la verdad estaba bastante nervioso por conocerte, me tomó toda la mañana elegir este conjunto.

Las cejas de Sakura se juntaron -Debemos aclarar que aquí la mujer soy yo -sonrió por fin. Dejando al sujeto embelesado por la belleza de su sonrisa, fue como si un impacto de dulzura golpeara su cara.

-Ah... Bueno yo sabía que para ti la moda... tenía que verme -sus nervios lo traicionaron y sus palabras se mezclaron con una sonrisa de "lo siento" -en mi país también es de mala educación llegar tarde, tal vez lo es en todo el mundo, aún así pensé que en Japón nunca había tráfico, tú sabes son los más ordenados.

Sakura vio en él la misma reacción que conseguía de todas las chicas con las que había hablado en su vida, aunque esta vez se trataba de un chico, recordó al mayordomo Hayato diciendo que no podía seguir asustando a la gente, con esa personalidad.

-Siento mucho mi poca consideración, después de todo eres extranjero.-sostenía un tono mucho más agradable -Creo que simplemente estoy de malas por el ayuno extendido.

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