Valerian Tea

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   Llevar a sus hijos a su escuela nunca fue una tera sencilla, Alec lo sabía, y los mellizos igual, mas parecía que a ellos no les importaba realmente eso, mientras que el mayor parecía estar al borde de un colapso mental porque aun con cuarenta ...

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   Llevar a sus hijos a su escuela nunca fue una tera sencilla, Alec lo sabía, y los mellizos igual, mas parecía que a ellos no les importaba realmente eso, mientras que el mayor parecía estar al borde de un colapso mental porque aun con cuarenta años tenía la misma paciencia que cuando tenía dieciséis y eso no combinaba bien con ser padre soltero de dos adolescentes problemáticos iguales a él.

   Su hija, Lif, gritaba mientras corría de un lado a otro en busca de un libro de historia mientras que su hijo, Lev, insultaba a todo ser viviente y existente porque su cabello “no quería quedarse bien”, él se encontraba apoyado en el marco de la puerta de entrada-salida esperándolos para llevarlos a su escuela. ― ¡Monstruos, son las seis treinta, si no bajan en cinco minutos llegarán tarde! ― Mintió levantando su voz para que los dos menores se apresuraran y como respuesta recibió un grito frustrado de parte de los dos adolescentes, realmente, eran apenas las seis.

   Su hijo fue el primero en bajar, se tardó dos minutos y sobre su cabeza se encontraba un gorro cubriendo su cabello. Lo miró con una ceja alzada y una sonrisa divertida, el menor sólo levantó sus hombros sonriendo de igual forma. ― ¡Lif, si no te apuras le diré a tu novio, el rubio ese, que no puedes salir el próximo viernes! ― Los apresurados pasos de la joven se escucharon a medida que más bajaba las escaleras y se acercaba a ellos.

   ― ¡No te atreverías! Y ya te dije que no es mi novio, sólo es un amigo. ― Habló algo avergonzada ante la mirada curiosa y burlona del único mayor presente el cual no hizo ninguna pregunta al respecto, sólo abrió la puerta para que ambos mellizos salieran.

   Llegaron al auto casi corriendo, empujándose para ver quien subía primero al vehículo, mientras el Smirnov mayor sacaba las llaves del mismo para arrancarlo. El camino no fue tranquilo, pero ninguno se queja porque nunca lo es, con treinta minutos de ventaja se tomaron la libertad de ir más lento disfrutando, y cantando con emoción, las canciones que salían aleatoriamente de la playlist creada para cuando iban en auto.

 El camino no fue tranquilo, pero ninguno se queja porque nunca lo es, con treinta minutos de ventaja se tomaron la libertad de ir más lento disfrutando, y cantando con emoción, las canciones que salían aleatoriamente de la playlist creada para cu...

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   Una vez llegaron a la institución Alec se bajó primero, sabiendo que debía abrirles las puertas a sus dos hijos porque estos estaban más concentrados discutiendo sobre el “novio-no-novio” de su hija que en el hecho de que habían llegado. Una vez los tres estaban parados fuera del vehículo, el hombre les dio un abrazo que fue correspondido inmediatamente, mientras esto sucedía pasó, sin que la chica se diera cuenta, el libro que había estado buscando como loca al bolso de la misma ante la mirada de su hijo al cual le hizo una seña para que no dijera nada. Los jóvenes salieron corriendo una vez se rompió el abrazo creyendo que llegaban tarde haciendo que el mayor riera en voz baja.

Tea // Sebastian (Glam) Shvagenbagen.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora