Avatar: Awakened Gamer

18

capitulo 18 :

Sabes, hay ciertos tipos de personas en el mundo con ciertas profesiones que sabes que son fuertes sin importar cuán inofensivas puedan parecer. Como cierto general de la Nación del Fuego que fue reconocido como el más grande de su tiempo y casi derrota a Ba Sing Se. ¿Te imaginas en cuántas batallas había estado este hombre? La ráfaga de fuego que se dirigía hacia mí me lo recordó muy claramente. Esquivé el ataque, dando un paso a un lado, pero el fuego se curvó ligeramente y pareció perseguirme como una serpiente. Si bien la curvatura no parecería tan impresionante, al esquivar algo no esperas que el ataque cambie de dirección y me habría tomado por sorpresa si el sentido de peligro no me hubiera advertido 0.6 segundos antes, dándome apenas el tiempo suficiente para esquivar. Tuve la tentación de usar Agua Control, ya que los tomaría a todos por sorpresa. Incluso Iroh probablemente caería en eso, pero eso no sería beneficioso. Además, me gustaba Iroh, me perdonó la primera vez y ahora solo le estaba devolviendo el favor. Aunque ahora me di cuenta de que ya no se estaba conteniendo y estaba usando el entorno que lo rodeaba para potenciar sus llamas. Quemó las hojas a mi alrededor y estaba tratando de atraparme en llamas. Tristemente para él. Ya había visto a través de eso y solo estaba jugando. "Los jóvenes de hoy en día se vuelven más y más fuertes cada día", se quejó Iroh con cansancio. Pero no estaba engañando a nadie aquí... bueno, probablemente estaba engañando a Zuko ya los demás. Pero no me convenció su acto en absoluto. "Las personas mayores también deberían pasar sus días tranquilamente y dejar de interferir en los asuntos de los jóvenes", repliqué, tratando de hacerlo hablar. Era como un jefe de súper alto nivel en el primer piso de la mazmorra. Zuko y otros diez soldados fuego control se unieron para tratar de quemarme, y tuve que moverme a toda velocidad para esquivarlos. "Esa es una buena idea", Iroh de repente estuvo de acuerdo y dejó de atacar. Esto me sorprendió, lo que dije antes era solo una broma, y ​​no pensé que lo escucharía. "¡Tío!" Zuko gritó, molesto por el comportamiento de su pariente. El anciano general se encogió de hombros y se masajeó las sienes. "Mis hombros se están poniendo rígidos, lamentablemente la edad alcanza incluso al más poderoso de nosotros". Maldita sea, estaba asombrado como el infierno por este tipo. Inmediatamente se dio cuenta de que yo no estaba aquí para tratar de luchar contra ellos. Aunque es un poco preocupante cómo pudo leer mis intenciones tan rápido. Sería malo si decidiera convertirse en mi enemigo real. ¿Debería matarlos a todos aquí? Probablemente podría hacerlo si revelara mi control del agua. No, no, haría eso si no supiera el futuro. Pero sabía que las posibilidades de que Iroh se convirtiera en mi enemigo eran inexistentes. Era demasiado pacifista para eso. El hombre estaba más preocupado por sacar a su sobrino del camino equivocado que por cualquier otra cosa. Ahora que Iroh no estaba ayudando, la presión disminuyó bastante y sin que el hombre predijera de dónde vendría después. Mi velocidad era bastante impresionante. "No parpadees o te lo perderás". Pateando del árbol, volé hacia adelante como un guepardo y usando mi lanza corté cualquier bola de fuego que viniera hacia mí. ¡Deseo! En un instante, había aterrizado frente a Zuko y encima de su cabeza de rinoceronte lagarto. Lo cual agitó a la criatura. "¡Bajate!" El adolescente enojado gritó y me disparó una ráfaga de llamas que usé el mango de mi lanza para apuntar su mano hacia el cielo antes de que su fuego pudiera tocarlo. Mirando a su alrededor, los maestros fuego no estaban disparando por miedo a lastimar a Zuko. Les sonreí. "A diferencia del anciano, tu fuego está fuera de control y desequilibrado". "¡Te mostraré el fuego!" Zuko usó su otra mano para dispararme llamas, pero rápidamente me agaché debajo de ellas y usé el mango de mi lanza para darle un rápido golpe en la barbilla. Eso hizo que sus ojos se hundieran mientras su cerebro se mecía dentro de su cráneo, dejándolo inconsciente. Agarrando a Zuko por la nuca como un gato, lo arrojé suavemente sobre la arena frente a su abuelo... Errr... tío. Por un segundo allí, el cabello blanco, la cabeza casi calva y la barba blanca de Iroh lo hacen parecer viejo. Iroh me frunció el ceño. "Acabas de pensar algo grosero sobre mí". "¿Puedes leer la mente?" le pregunté con curiosidad. Bueno, él no sería capaz de leer el mío incluso si pudiera hacerlo, como Gamer's Mind, que me protegería de los ataques mentales. Pero eso no significaba que no podía bromear con él. "No, pero seguías mirando mi cabello lastimosamente y no fue difícil adivinar lo que estabas pensando". Dijo con una mirada herida que casi me hizo sentir mal por él. "Lo siento", me disculpé y traté de poner una mirada sincera en mi rostro. "No, no, entiendo. Parezco viejo, también lo soy. Aunque sé que lo hiciste intencionalmente". Iroh me sonrió. "..." Bueno, él era bueno en esto. Lo miré demasiado... y tenía razón, quería ver cuál sería su reacción si hacía eso. Aunque no era lo que esperaba. "¡Morir!" gritó uno de los maestros fuego al margen mientras me disparaba, el rinoceronte lagarto en el que estaba parado entró en pánico y comenzó a moverse erráticamente. Salté por encima del fuego y miré al atacante, giré mi lanza y la lancé. Aunque fue del lado sin brillo, aterrizó directamente sobre su cabeza y noqueó al hombre. ¡baam! Cayó al suelo y su rinoceronte lagarto salió corriendo. Mirando a los demás a mi alrededor, se sorprendieron por lo que hice y me encogí de hombros. "Entonces, ¿estás listo para rendirte?" "¡No! ¡Un soldado de bomberos nunca se rinde!" Gritó uno de ellos apasionadamente. Sus ojos estaban iluminados con una llama dentro de ellos que decía que no se rendiría sin importar nada. "No pelees más," intervino Iroh, y me miró con una mirada entrecerrada. "Necesitaríamos al menos treinta maestros fuego para atraparlo, e incluso entonces tendrían dificultades para capturarlo".
"Está bien, entonces nos rendimos", el hombre que se negó apasionadamente a rendirse previamente se rindió fácilmente.