Avatar: Awakened Gamer

cap 77

Cap 77

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Sokka volvió a mirar a Arnook y el anciano entrecerró los ojos.

Esto hizo que Sokka se preguntara si esto podría llevar a la destrucción de su relación. Pero ese pensamiento desapareció tan pronto como llegó, aunque el padre quisiera enojarse, no podría. La situación estaba a favor de Sokka, y si uno era tan impotente como Arnook, no podía hacer nada. 

Además, Yue no parecía estar enojada y en cambio parecía feliz, no había señales de su miedo anterior.

Arnook no pudo hacer nada más que suspirar. "Me alegra que parezcas feliz. ¿Comiste algo hoy?"

Sokka sonrió, la situación no escaló a los niveles que podría haberlo hecho, y con Yue iba a conseguir cualquier comida que estuviera en la estufa de piedra. Se sentó al lado de Aang, con el Cacique sentado frente a ellos. 

Los latidos del corazón de Sokka aumentaron rápidamente, pero se calmó, razonando que no había razón para estar nervioso. Si bien había pensado cuidadosamente el plan, no sabía si sería algo que el Cacique aceptaría. ¿Había notado las lagunas en el contrato? ¿Había algo que se había perdido?

Incluso cuando esos pensamientos comenzaron a plagar su mente, Sokka mantuvo la calma y actuó en consecuencia, sentándose casualmente en la silla mientras Arnook sacaba un contrato de varias páginas. "Bueno, lo he pensado todo y he decidido aceptar tus términos".

Sokka casi saltó de emoción, mientras una sonrisa parecía aparecer en su rostro. "Me alegro de que hayamos podido estar de acuerdo, Jefe."

Arnook asintió y le devolvió la sonrisa. La atmósfera en la habitación pareció tornarse agradable.  "Uhhh… ¿qué se supone que debo hacer aquí?" Preguntó Aang, moviéndose torpemente. Sokka tomó los papeles y se los entregó. Más tarde planeó enseñarle al joven Avatar sobre la vida y cómo lidiar con situaciones como estas.

Si bien Aang tenía el potencial de salvar al mundo, a veces el mundo no quería ser salvado y la paz no era tan fácil de mantener. Sokka sabía cómo mantener la paz, y las armas no son tan útiles en tiempos de paz, pero el lápiz y el papel sí lo son.

"Léelos atentamente", le aconsejó Sokka. Con el Avatar aquí, el trato duraría al menos hasta el reinado de Korra y tendría validez hasta entonces. Por supuesto, predijo que la Tribu Agua del Norte se vería abrumada por la codicia. Bueno, no toda la tribu, pero aquellos en posiciones de liderazgo estarían llenos de codicia.

  A partir de hoy, este acuerdo se mantendría mientras Sokka hiciera todo lo posible para detener a la Nación del Fuego. Si no lo hacía, entonces el trato era nulo.

En lo que parecía desde el nivel superficial del contrato, no había un gran inconveniente, ya que la Tribu Agua del Norte no tendría que darle nada a la Tribu del Sur si la primera era invadida.

Sokka sabía que la mejor manera de hacer que un trato pareciera atractivo para el lado opuesto era asegurarse de que la otra parte no sintiera que no estaba arruinado.

"Como Avatar, serás testigo del trato hecho hoy", afirmó Arnook, y Aang quedó abrumado por la situación y estuvo de acuerdo.

'Arnook, viejo bastardo. Eres más manipulador de lo que pareces.

Sokka lo contempló, otros podrían haber descartado las palabras de Arnook como algo dicho casualmente. Pero básicamente había dicho: Recuerden esto, si su parte del trato falla, no enviaremos nada a la Tribu Agua del Sur.

Siempre hacía que Sokka se preguntara cómo alguien de voz tan suave como Arnook estaba en tal posición de poder. Pero luego se le ocurrió que no hablaba con suavidad. Recordó cómo en la línea de tiempo original de Avatar después de que terminó la Guerra de los 100 Años, este mismo hombre había orquestado con los otros ancianos una influencia lenta pero segura en la Tribu Agua del Sur, tratando de robar el petróleo allí y tomar el lugar.