1. Guilty Pleasure.

239 28 5
                                    



Choi Minho, estudiante de segundo año de la carrera de diseño gráfico, estaba enamorado.

No sabía cómo había pasado, pero cada vez que veía a esa persona su corazón se aceleraba y amenazaba con salirse de su pecho, las manos le sudaban y no podía hablar con claridad.

Minho estaba profundamente enamorado, sí, pero había un gran inconveniente, se había enamorado del novio de su mejor amigo llamado Kai, y ese chico era: Lee Taemin.

Aunque había tratado de superar lo que sentía por él, simplemente no podía, todo el tiempo pensaba en su bonita cara, en sus labios carnosos y rosados siendo tan provocativos y los cuales deseaba besar con brusquedad, en sus rubios cabellos lacios que contrastaban tan bien con su pálida piel y en sus encantadores ojos marrones.

Taemin era amable, educado y respetuoso con todos.

Era una buena persona.

Un ángel.

—Ya basta, Choi —susurró Minho fijando la mirada en el pizarrón tratando de poner atención a las últimas indicaciones del maestro—. Concéntrate.

No pudo.

Y, recordó cuando Kai le presentó a Taemin por primera vez a la salida de la universidad, hacía un año atrás más o menos.

Ese día, Minho se había quedado inmóvil al conocerlo y sintió cómo su corazón golpeaba con más fuerza su pecho. Taemin era absolutamente como Kai lo había descrito, pero mucho mejor. 

Aquel entonces el rubio, al verlo, le dio la mano y se presentó mientras lo miraba fijamente a la cara. Minho aun podía recordarlo, pues nunca antes había visto a un ser tan lindo en su vida.

Después de ello, los tres se dirigieron hasta la estación del tren y Kai aprovechó para contarle —por centésima vez— como habían empezado su "maravillosa" relación.

Ambos se conocían desde pequeños, eran amigos y vivían en el mismo vecindario, hasta que Taemin se mudó con su familia a otra ciudad. Años después, se volvieron a ver en la escuela secundaria, y se hicieron novios en último grado. Minho se sabía la historia de memoria, pues Kai se lo contaba desde que habían intercambiado palabras el primer día del comienzo de la carrera.

El rubio habló muy poco sobre él mismo aquella vez, pero Minho estuvo muy atento a cada palabra que salía de su bonita boca. Taemin estudiaba la carrera de música en una universidad muy prestigiosa que quedaba cerca de donde estudiaban Minho y Kai, vivía con su familia, le gustaba mucho los videojuegos, odiaba los insectos y amaba a los gatos. Además, le apasionaba bailar y lo hacía muy bien, según Kai.

Al llegar a la estación, Minho se despidió de Kai con un abrazo e igualmente de Taemin, pero este le besó en la mejilla y le dijo que había sido un gusto con una gran sonrisa. Minho se quedó mirándolo mientras la pareja se alejaba.

Después de ese día Taemin venía seguido a la hora de salida y todo se repetía, o también Kai lo invitaba a acompañarlos cuando iban al cine, al parque y a su casa. Aunque era agradable pasar tiempo con Kai, iba más por ver a Taemin y eso le hacía sentir culpable y un mal amigo.

Minho suspiró y desvió la mirada mientras presionaba continuamente la punta del lapicero que tenía aprisionado en su mano.

La campana sonó.

—Hey, Minho.

Minho aún sentado en su pupitre volteó a mirar sobre su hombro, Kai ya se encontraba de pie guardando con rapidez sus cosas dentro de su mochila.

—¿Qué sucede? ¿Por qué pareces estar tan apurado? —preguntó Minho levantándose de su asiento.

—Necesito que me hagas un favor —dijo Kai poniéndose la mochila al hombro.

2minshotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora