Una charla debida

421 45 3
                                    

La policía y los héroes terminaron con sus labores poco después de la derrota de Chisaki, el cual fue trasladado a Tartarus para recibir atención médica y evitar que muriera por desangramiento, pero nunca abandonó su estado de shock, en su mente la mirada del peliverde yacía sobre él, lo que lo hacía agitarse y perder el razonamiento.

El personal médico tampoco arregló su brazo inservible, tan sólo su brazo roto, pero tampoco le dieron la oportunidad de que se lo arreglará solo, pues en todo momento usaron esposas anti-quirks en él. Y aún en su estado de demencia no sería capaz de arreglarse a si mismo nunca.

Los pasantes volvieron a la academia luego de su recuperación en el hospital y de haber completado el papeleo en la comisaría. Sus compañeros los recibieron con los brazos abiertos, a excepción de Bakugo ya que estaba enojado con el peliverde.

Bakugo: ¡Maldito Deku, ¿te crees más fuerte que yo sólo por haber pateado el trasero de unos criminales de mierda?! - exclamó siendo detenido por su squad.

Kirishima: Bueno, técnicamente fue toda una organización criminal muy peligrosa

Bakugo: ¡Tu cállate idiota!

Midoriya: Sero, tapale la boca con cinta y encierralo en su cuarto, me duele la cabeza con su voz de musulmana explosiva

Bakugo: ¡¿Cómo me llamaste pedazo de-¡mgnghn! - exclamó hasta que le cubrieron la boca.

Sero: Lo siento viejo, pero tengo que obedecer al presidente - se disculpó mientras lo cubría con cinta.

Midoriya: Ahora, lo único que quiero es mi pastel de chocolate y a mi mochi, Sí me disculpan - tomó su pastel y abrazó a su novia para luego subir al elevador - nos vemos mañana

Iida: ¿Es idea mía o a Midoriya no parece importarle nada de lo que sucedió? - preguntó confundido.

Asui: No creo que no le importe, tal vez no quiere hablar de ello, kero

En la habitación del pecoso

Midoriya: Paz y tranquilidad - dijo acostado en su cama.

Uraraka: ¿Estás bien con todo esto?

Midoriya: No quiero recordar el pasado, sólo quiero vivir el presente, sin importar lo que suceda en el futuro - respondió sentándose - ahora menos charla y más pastel

Uraraka: Sí señor - respondió dándole su postre favorito.

Al día siguiente nada cambió para el peliverde, le contó lo sucedido a sus compañeros y todos se lo tomaron con calma y de buena forma, y con eso me refiero a que todos (a excepción de los pasantes) se mantuvieron alejados del peliverde.

Pero no era su culpa, simplemente no pudo evitar sonreír mientras contaba cómo le había roto los brazos a Overhaul y cómo lo había dejado manco, esos recuerdos simplemente le traían paz y felicidad al saber que mantuvo a la pequeña Eri a salvo y que ahora se encontraba recibiendo el cuidado que merece en manos de los médicos del hospital.

Aunque esto también le causaba inquietud por no saber de ella, Midoriya recibió noticias inesperadas luego de que su profesor anunciara el festival cultural a todos y tomara las clases de recuperación junto a los demás.

Asui: Kero, ¿Eri quiere ver a Midoriya? - preguntó con el dedo en su mentón.

Aizawa: Así es, ha estado preguntando por él y por Togata desde que despertó, aunque él pudo verla antes de salir del hospital. Eri espera que puedas hablar con ella

El peliverde asintió en respuesta, finalmente tendrá la oportunidad de platicar con la pequeña sin peligro asechandolos.

...

Midoriya: Me da gusto volver a verte, Eri - dijo tomando asiento frente a ella.

Eri: A mi también - respondió tímidamente.

Midoriya: Te traje una canasta de frutas. No sé cuál te guste así que decidí traer una de cada una

Eri: Me gusta la manzana - contestó tomando el canasto.

Midoriya: Bien, cortaré una

Luego de comer la fruta, ambos se la pasaron platicando de lo que habían estado asiendo durante los días después de la redada mientras eran vigilados por Aizawa, pero había algo extraño en la pequeña, Un problema que preocupaba a Deku.

Eri: Yo... no sé cómo sonreír - comentó triste.

Midoriya: Lo sabía, aunque ahora está a salvo, la sombra de Overhaul aún sigue sobre ella - pensó enojado, pero tranquilizó - te cuento un secreto, yo tampoco sabía como sonreír

Eri: ¿No sabías? - preguntó sorprendida.

Midoriya: Así es, por mucho tiempo me sentí sólo y deprimido, había olvidado como sonreír... hasta que conocí a algunas personas importantes, ellos me hicieron recuperar mi sonrisa - sonrió ligeramente - Eri - tomó asiento así lado y acarició su cabeza - realmente no sé por lo que has pasado, pero tienes que saber que ahora estas a salvo, nadie nunca volverá a lastimarte, no mientras yo y los demás estemos aquí. No importa cuanto tarde, te prometo que haré que sonrías y te ayudaré a tener la vida que nunca tuviste

Eri quedó conmovida ante sus palabras, nadie nunca la había tratado así, todos los años de tortura que pasó con Overhaul, todas las veces que fue reconstruida y tratada por sus heridas, las veces que fue cuidada por numerosos extraños, nadie se había portado de la manera en la que el peliverde lo hacía.

Sus ojos se dirigieron a la mano con la que anteriormente el pecoso la había acariciado, estaba llena de cicatrices, justo como las de ella, y sin embargo el sonreía y le dedicaba una mirada llena de seguridad y confianza. Ella no necesitó más para poder abrazarlo y llorar en su pecho.

No eran lágrimas de tristeza, era una nueva sensación que ella nunca antes había sentido, paz y seguridad, los reconfortantes brazos de Izuku la envolvían con suavidad y firmeza, la hacía sentir fuera de peligro, y eso era todo lo que siempre había querido.

Aizawa los vio desde el mismo lugar y sonrió por lo bajo, su estudiante si que estaba lleno de sorpresas, pero seguramente no sería la única. Si algo sabía muy bien de su retoño, era que él jamás rompía una promesa.

Y estaba comenzando a formular una que esperaba, Izuku la cumpliera al pie de la letra, pero conociéndolo él no se negaría. Poco despues su retoño le pidió llevar a Eri al festival cultural, y eso sólo causó que su sonrisa se ensanchara.

Ellos me hicieron cambiarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora