But The Water Is Still There; Tokka

2. Lin, Katara y Sokka parte 2

Tal como prometió, Katara le envía un halcón a Toph con un mensaje grabado en una delgada hoja de metal tan pronto como el barco de Sokka atraca en el puerto. Incluso después de todos estos años, nunca toma aeronaves cuando puede evitarlo. Pero parece ser que primero regresa a su apartamento en la ciudad, porque Toph llega a la Isla del Templo Aire horas antes que él, con una Lin detrás de ella que está lista para una pijamada con Tenzin y Kya.

"¿A qué te refieres con que no está aquí todavía?" Dice, paseándose furiosa por la cocina mientras Katara lava los platos de la cena.

"¿Qué quieres que te diga?" Ella chasquea. "No controlo cuándo y a dónde va. Todo lo que dije es que llegaría a Ciudad República hoy. Si quieres pasar tu misma por su casa, adelante."

"Sabes que no puedo hacer eso."

Katara resopla. "¿No puedes o no quieres?"

"¡Ambas cosas!" Toph casi grita, pero baja la voz cuando Lin, afuera en el patio, gira la cabeza hacia la ventana. "¿Qué pasa si él ni siquiera viene?"

"Nunca garanticé que lo haría," dice Katara, aunque en por dentro cree que podría matarlo si no lo hace. Incluso si no se lo debe exactamente a Toph, definitivamente le debe algo a su hermana, para saber por lo menos cómo está.

Toph gruñe, pero luego parece recuperarse, quitándose el flequillo de la cara. "Voy a dar un paseo."

"Suena como una buena idea." Katara vuelve a centrar su atención en los platos mientras Toph sale de la casa, probablemente hacia los acantilados en el lado este de la Isla, donde puede descargar su agresividad en las rocas sueltas y arrojarlas al agua sin perturbar las vías del ferri. Katara se queda en el lado norte de la Isla, con un ojo en los niños y otro en el canal en busca de un pequeño velero.

Oscurece y Toph no regresa. El último ferri va y viene, y Katara acuesta a los niños, sonríe con fuerza y ​​distrae a Lin con un cuento antes de dormir cuando le pregunta por su madre. Luego se retira a la cocina para preparar una tercera taza de té. Es tarde, pero no está cansada, su cuerpo vibra con energía ansiosa y la luna llena lucha por penetrar las nubes. Se sienta sola en su habitación (de ella y de Aang), mirando la sombra brumosa color plata de afuera y sosteniendo el collar de compromiso en sus manos.

Traga saliva, la piedra de su propio collar se balancea contra su garganta. Ella todavía no lo entiende. Toph ama a Sokka, está segura, tanto como ella ama a Aang. ¿Por qué diablos no podía aceptar su propuesta?

Está demasiado oscuro ahora para ver un velero, pero aun así escucha a Sokka antes de verlo, el sonido de sus pasos ligeramente irregulares entra a través de la ventana mientras sube corriendo las escaleras desde el muelle.

Ella se apresura a encontrarse con él, metiendo el collar en su bolsillo a medida que avanza. En la cocina, ella sirve dos tazas de té mientras él se quita el abrigo y se libera el pelo de la cola de Lobo Guerrera.

"¿Cómo estuvo el viaje?" Le pregunta.

"Bien, el clima era perfecto para viajar."

"Que bueno." Ella se sienta frente a él, curvando sus dedos alrededor de su taza. "Estoy feliz de que hayas vuelto."

"Yo también." Sokka da un sorbo a su té y se inclina hacia adelante sobre los codos, luciendo cansado.

El collar pesa en su bolsillo, las palabras están en la punta de su lengua. Toph todavía está en algún lugar de la Isla. Katara se obliga a no decir nada aún. "¿Cómo estaban las cosas en el Polo Sur?"

"Todo en orden. Pude ver a papá y tratar algunos asuntos de la Tribu." Toma más de su té, haciendo una mueca cuando le quema la lengua.

"Está bien. Me alegro que papá te esté enseñando los gajes del oficio." Ella ya no puede soportarlo. "Escucha, Sokka..."