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Roger siempre ha pensado que los niños son algo único en este mundo, seres puros llenos de curiosidad de descubrir este vasto mundo lleno de misterios y enigmas, el mundo era gigante y cada niño lo vivía como quisiera a lo largo de su vida, aprendiendo y conociendo
Roger odiaba ciertas cosas, por no decir muchas, como cuando se burlaban o insultaban a alguien de su tripulación, también cuando algún capitán huía de la batalla dejando a su tripulación en peligro, eran simples cobardes.
Algo que Roger odiaba completamente era cuando los padres del niño planteaban sus ideales en el, o les transmitían el odio a ellos
Los niños son seres que deben vivir sus vidas a sus maneras y no recibir el odio de las personas por sus padres, aquello era algo imperdonable, juzgar a una pequeña alma que recién conoce el mundo solo por quien fue su padre o madre
Por eso le dijo a Garp sobre su pequeño bebé que estaba en camino, su pequeño Gol D. Ace, Roger sabe que Garp protegerá al pequeño a cualquier costo, a pesar de ser enemigos eran buenos amigos, no tanto como con su primer nakama Rayleigh pero una buena amistad para ser de distintos bandos, ambos se respetaban la fuerza del contrario
Luffy es un pequeño energético amante de la aventura que solo quiere tener su tan deseada libertad, ciertamente el pirata no pudo evitar verse a si mismo cuando era un pequeño renacuajo
Niños como Luffy eran difícil de encontrar, incapaz de mentir, tan puro y único, es un niño que sólo busca su libertad en este mundo encadenado por lo nobles mundiales
Algo que destacaba del niño y que recientemente el hombre adulto había descubierto era que el niño detestaba con toda su alma estar en algún lugar cerrado, evitando estar dentro de su propia casa la mayor parte del tiempo por aquella misma razon
Lentamente avanzaba siguiendo los pasos del pequeño niño que se encontraba corriendo por la arena húmeda por las olas saladas estando descalzo jugando con el agua, chapoteando saltando arriba del agua cuando se hacercaba la espuma de las pequeñas olas o corriendo de estas como si le estuvieran persiguiendo, la leve brisa marina con olor a agua salada lograba relajar a ambos, pues a los dos les encantaba esa sensación de pequeñas gotas de agua salada en sus rostros cuando las olas chocaban con las piedras
Le era encantador observar al pequeño, era como una pequeña caja de sorpresas, pues no sabías que pasaría con el
Aunque una pregunta rondaba en su cabeza y le carcomia lentamente ¿Acaso el niño no iba a la escuela? Se la pasaba correteando de aquí para allá sonriendole a las personas de la villa Fosha y alegrandoles el día
¿Quien no se alegra al ver a es pequeño niño?
Perdido en sus pensamientos tan grandes y profundos como el mar que toda su vida se dedico a investigar salió de estos al ver al niño en el suelo peleando con un cangrejo
