ノ⁠*⁠. 02

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Taehyung

Después de ese tremendo encontronazo en la plaza que todo el mundo se nos quedó viendo y naguevona, yo estaba era alumbrao' pero le dije a Yoongi para pirar de ahí porque después llegaban los pacos y en tremendo peo nos íbamos a meter.

Pero es que qué arrechera me da la gente, tan bonito que se veía, lástima que juzgaba a la gente así burde feo, yo sí me andaba comprando ese lío por ahí como fuera. El coñito a pesar de todo tenía fuerza.

Pero nojoda, ese sifrinito creía que porque estaba burde bueno y bello, no le podía clavar su sendo coñazo.

Me dio vainita porque coño, dañarle la carita toda preciosa así no se prestaba, yo en vez de verlo con ojos de arrechera como él a mí antes de caernos a palo, lo veía con ojos de ilusión vale, ya yo me había imaginado a mí echándole bolas a la vida, montándole una casita decente, ni siquiera un ranchito, una casita bien bien con perro, gato, loro, perico, conejo, guacamaya, hasta leones y culebras sí quería, el matrimonio con Chino y Nacho, buscar la bolsita del clap juntos, bailar salsa y merengue pegaitos' en las reuniones familiares, pero no vale, tampoco me iba a dejar escoñetar, la integridad de uno primero que todo.

Después de que Yoongi y yo le mentaramos la madre, la abuela, la bisabuela y toda la generación familiar femenina al conductor del autobús que nos dejaba ahí a la vuelta de la esquina de la casa de mi abuela, porque venía con vallenato de lo más horrible a todo volumen, qué marico, no sabe que las encavas son para la salsa así erótica romántica, que falla, pero por fin llegamos a nuestro aposento que parecía estar vacío, como cosa rara.

—Errrrrnale Taehyung José, esa ida para Chile si te sirvió porque cuando estabas aquí ni una cachetada sabías dar —se burló Yoongi mientras entrábamos a la casa.

La cachetada casi se la doy yo a él. Yoongi es demasiao' pajuo vale, a veces me cae mal.

Es que miren, yo de carajito y hasta bien entrado en la adolescencia era un firifiri, así súper flaquito, escuálido (y escuálido también en el sentido de que le iba a Capriles), entonces siempre en el colegio los demás me montaban chalequeos por ser tan débil y la vaina, eso hasta que cumplí los 18 y veeeerga, ese cuerpo mío empezó a agarrar musculatura de no sé dónde.

La vaina es que cuando me fui a Chile hace dos años con mi mamá, cuando ya tenía 19, la gente allá era burda de mamagueva, no tenía ni idea de qué estudiar entonces me puse a trabajar y conseguí en una librería que estaba cerca de un liceo y pinga de chamitos más inmaduros.

Me tenían arrechera porque las carajitas como que se excitaban conmigo (feo no estoy pues, tengo lo mío), entonces siempre iban las loquitas pa'llá y el jefe mío encantadísimo de que yo atrayera más gente y más ganancias, pero ni por el coño me subía el sueldo de mierda que me tenía.

La cosa es que los locos esos todos picados conmigo se enteraron que yo era venezolano y nooo mano, me tenían montado un circo por esa vaina, yo le decía a mi jefe que no me iba a seguir calando esa vaina con su xenofobia pero él me dijo que si seguíamos así un mes más, con esas ganancias pues, me iba a duplicar el sueldo.

Yo de bolas me lo calé, o sea vivir afuera no es fácil, ¿saben? Sobretodo si solo éramos mi mamá y yo para todo, no podía agarrar y dejarle todos los gastos porque no se vivía, con mi sueldo y el suyo de vaina sobrevivimos y podíamos mandarle a mi abuela para sus pastillas y sus cigarros.

Eso fue casi que todo el año escolar, sí me subieron el sueldo y alcanzaba para más y yo feliz chamo, porque mi mamá se veía más tranquila con el tema de los gastos, a mí no me importaba dejar pegado todo el sueldo, realmente no llegué a conseguir amigos por allá y pareja menos así como para pensar en gastarlo en algo más.

¡Te agarro en la bajaita'! »taekook«Donde viven las historias. Descúbrelo ahora