Married (KookV)

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JUNGKOOK.

Lo acompaño a nuestro dormitorio y me voy. Al ver lo asustado que estaba, no sé si alguna vez me perdonaré por hacer que me odie. Se negó a mirarme durante todo el trayecto. Quería agarrarlo por la barbilla y hacer que me hablara, pero ya ha sufrido suficiente trato duro para toda la vida. Aun así, mi corazón se rompió al saber que fui yo quien causó esto. Marchar de nuevo hacia arriba y exigirle que me escuche pasa por mi cabeza, pero lo mejor que puedo hacer es calmarme. Ahora mismo, podría matar a un hijo de puta, y aunque nunca le haría daño físicamente, no estoy de humor para ser civilizado.

Por ahora, voy a dirigir mi ira hacia donde corresponde y a ocuparme del imbécil que tuvo el descaro de robarme a mi esposo. Sólo conocía al hermano de Namjoon por susurros, y no tenía ni idea de lo jodidamente loco que estaba.

Me reúno con mis hombres donde tienen ubicado a Kim Daeghon.

Sé que Namjoon no tiene nada que ver porque adora a su mujer como yo adoro a Tae, y ha dejado claro que no le importa nada su hermano Daeghon porque sabe que es una mierda. Fue un puro shock ver que Daeghon me lo robó. No puedo quitarme de la cabeza esa imagen de él relajándose como si se fuera de vacaciones. Si no hubiera visto que Tae le daba un golpe en la cabeza, habría jurado que estaba contento con estar con él. Tengo que creer que él estaba jugando con calma para que él no estallara y lo matara.

Estoy a punto de subir a mi vehículo cuando Namjoon sale de las sombras. Mi pistola está preparada junto con tres de mis hombres que ocupan mi izquierda y mi derecha, y él levanta las manos en señal de tregua. Nunca he tenido problemas con Namjoon antes, pero no dudaré en matarlo si intenta impedirme que me encargue de su hermano de mierda.

—Voy a ir contigo —dice. No hay manera de que haya venido a decirme que le conceda piedad.

Hago señas a mis hombres para que se retiren. —Kim, no voy a perdonarle la vida. Me ha robado a mi doncel. Estás desperdiciando tu aliento y mi tiempo.

—No te preocupes. No lo voy a decir. Lo quiero muerto tanto como tú. Con sangre o sin ella, ha cruzado la línea en más formas de las que puedo contar. Debería haberlo hecho hace años, pero alejarlo de Hyuna y de nuestra familia ha sido mi único objetivo. Creo que mató a su mujer y a mi padre.

—Te conseguiré esas respuestas, pero después no saldrá de este edificio con pulso. —O con partes del cuerpo intactas, si me salgo con la mía.

—Quiero ser el que lo mate. —Lo miro y veo que hay una vehemencia. —Yo también le fallé a Taehyung. Había visto su atracción por él hace años, pero pensé que lo había superado. La última vez que mencionó su nombre no fue sexual ni con interés.

—Se hizo el desentendido, pero Taehyung es mi doncel y debería haberme asegurado de que estuviera protegido, y dejé que esos malditos entraran en mi casa.

—¿Qué tal si hacemos esto juntos?

—Con eso puedo estar de acuerdo. —Nos damos la mano y se une a mí en mi vehículo. Todos mis pensamientos deberían estar en lo que le voy a hacer al imbécil atado, pero en realidad están en mi esposo. Quiero que Taehyung me ame como yo lo amo, pero he matado cualquier posibilidad de ello. Llegamos al almacén que lleva veinte años abandonado, o al menos eso creen las autoridades y los agentes inmobiliarios.

Nero nos espera en la entrada de mi pequeño y especial lugar de encuentro. —¿Taehyung está bien?

—No está herido físicamente. —No necesito decir nada más porque la expresión de mi cara es suficiente.