JUNGKOOK
—¿Qué carajo quieres decir con que te vieron? Deshazte de ellos —le grito a Nero como si no supiera cómo operamos.
—Creía que no hacíamos daño a los inocentes. —Nero ni siquiera se molesta en preguntar; algo tiene que estar pasando. Está en medio de una subdivisión de mierda en los suburbios del suroeste. La zona ha pasado de ser un barrio caro a un puto pozo negro en cuestión de una década.
—¿Desde cuándo hay un inocente en esa zona?
—Ella es una representante de ventas de una compañía solar. —Una mujer. Joder, eso es aún peor. Si fuera un imbécil al que pudiera tentar o asustar para que se callara, sería mejor, pero una mujer inocente es otra historia.
—¿Compañía solar? —Golpeo mi bolígrafo sobre el escritorio, preguntándome quién iría a esa zona a instalar paneles solares. Más vale que esa mierda esté asegurada porque la arrancarán de los tejados y la venderán en un santiamén a otra empresa.
—Sí, auténtica y todo. Va de puerta en puerta y esa mierda, como si fuera jodidamente seguro —gruñe como si estuviera enojado por su tipo de empleo. ¿Hay algo más?
—Maldita sea. ¿Qué está pasando realmente, Nero? Entiendo que no quieras hacerle daño, pero no podemos hacer nada.
—No podemos hacerle daño —ruge, haciéndome reír. Sí. Mi chico, mi segundo al mando, tiene el mismo problema que yo: se enamoró de alguien que no podía tener. —Espera, Kook. Tengo un plan, pero no te va a gustar.
—¿Qué es?
—Voy a mantenerla como rehén y hacerla cambiar de opinión.
—¿Qué? —Le sigo el juego, pero puedo leer su tono de voz y saber todo lo que necesito saber.
—Digamos que no puedo hacerle daño.
—Esto depende de ti, Nero —le recuerdo porque sigo siendo el jefe y si esto se va al traste, podríamos estar todos jodidos.
—Jungkook, ¿Dónde estás? —grita Tae, sonando jodidamente molesto, lo que significa que estoy en problemas por algo aunque no haya hecho una mierda para ganarme su ira.
—Tengo que irme; el rey me ha convocado.
—De acuerdo. Hablaré contigo más tarde. —El humor vuelve a su voz, y termino la llamada.
—Jungkook, ahí estás —resopla Tae, entrando en la habitación con nuestro bebé en el brazo.
Me pongo en pie y rodeo mi escritorio en un instante. —¿Qué pasa?
Sonríe de oreja a oreja y chilla: —Ha dicho su primera palabra. —Dios, es precioso. Vivo por esa sonrisa.
—¿Qué? —le pregunto a mi hombrecito, que también es mi orgullo. Tuvimos que esperar un par de meses antes de que Tae se quedara embarazado de Yul. Esperé ansiosamente cada mes, pero la maldita regla llegó de todos modos. Sin embargo, él fue mi regalo de Navidad. Taehyung me sorprendió la mañana de Navidad con la noticia de que iba a ser papa.
—Sí.
—¿Qué dijo?
—Papá . —Mis ojos se abren de golpe porque esperaba que dijera 'papi' o 'baba' o cualquier otra cosa. Pasamos mucho tiempo con él, pero la mayor parte del día me ocupo de asuntos de negocios, tanto de la parte legal como de la ilegal, así que no me ve ni de lejos tanto como a Tae.
—Dilo otra vez para tu papá —arrullo, agarrando sus deditos regordetes.
—Pa-pá. Pa-pá. —Le sale un poco de baba de la boca, así que saco mi pañuelo y se la limpio. Algún día dominará todo esto, pero por ahora es mi pequeño bambino, mi orgullo y alegría, que necesita que lo cuide como debe hacerlo un padre.

ESTÁS LEYENDO
Married (KookV)
FanfictionFascinado. Una mirada y en ese momento supe que sería mi esposo. Nada ni nadie podrá alejar a mi rey de mí, aunque tenga que esperar años para finalmente reclamarlo. No hay palabras para expresar lo que estoy dispuesto a hacer para proteger nuestro...