Married (KookV)

IX

TAEHYUNG.

Me precipito hacia el jardín de rosas trasero, cegado por las lágrimas, hasta que tropiezo con una pared. Miro hacia arriba, sabiendo que probablemente sea uno de los guardias de Jungkook, pero al instante sé que me equivoco porque no me ha soltado. Los hombres de Jungkook saben que no deben ponerme las manos encima o se las cortarán.

Mirando con vacilación hacia arriba, veo que es mi antiguo guardia, Bogum. —Bogum, ¿Qué estás haciendo aquí? —Me sorprende gratamente ver que no está muerto.

—¿No te han dicho que he vuelto? —Él levanta la ceja, con los labios firmemente cerrados.

—No. Quiero decir, bueno, él no me dice mucho — murmuro, tapándome la boca inmediatamente. No es adecuado compartir nuestros asuntos con los demás, por muy enojado que esté con Jungkook. —No debería haber dicho eso.

—No diré nada. Me sorprende que te hayas casado. Me he enterado hoy —refunfuña como si eso le molestara.

—¿Por qué te sorprende? Estaba previsto desde hace mucho tiempo. —De repente, no me siento tan feliz de ver a mi antiguo guardia. Hay algo diferente en su tono y postura. No es amigable en lo más mínimo.

—Porque pensé que lo habían matado —gruñe. Doy un paso atrás, esperando crear algo de distancia. No oigo a nadie más cerca, lo cual es de esperar ya que los hombres de Jungkook no suelen seguirme como perros de presa. Incluso mi guardia es bastante laxa con mi protección dentro de la casa. Es lo que prefiero, pero en este momento me arrepiento de esa elección.

—¿Dónde has estado, Bogum? —cuestiono, diciéndolo en voz alta para que alguien pueda oírme.

—Esperándote. —Me agarra del brazo con brusquedad, haciéndome girar hacia su frente y acercándome a él.

—Suéltame —le ordeno, pero no lo hace. Intento darle una patada mientras voy a gritar, pero su mano me tapa la boca. De repente, pierdo el conocimiento. —Jungkook —suspiro mientras todo se vuelve oscuro.

(...)

—Más vale que esta perra no se muera. Quiero que aguante hasta que consiga mi dinero —se queja Choi. ¿Ella también está metida en esto? ¿Para quién trabajan y a dónde me llevan?

 Mantengo los ojos cerrados aunque tengo los oídos abiertos. Joder, la cabeza me sigue dando vueltas. ¿Qué me ha dado? Nos topamos con un bache y me trago el gemido. Necesito encontrar una forma de salir de este vehículo, pero noto que nos movemos a gran velocidad.

—¿Crees que nos va a pagar aunque sea mercancía usada? —pregunta él. Que te jodan a ti, imbécil.

—Él lo quiere de todos modos, aunque esté arruinado. — Ojalá llevara una pistola porque podría salvarme. Diablos, hubiera sido prudente llevar mi teléfono encima, pero no, tuve que lanzarlo contra la pared, rompiéndolo.

—Sin embargo, está casado con él —Bogum suena tan jodidamente asqueado por ese hecho.

 —Él no sabe que se ha masturbado con el nombre de Jeon en los labios. Nadie lo sabe. Ni siquiera Jeon, con sus cámaras en su habitación, lo sabe —comenta Bogum con una risita. No me había dado cuenta de que él podía oírme. Contengo un grito ahogado. Dios, Jungkookno tiene límites.

—¿Cómo no va a saberlo si tiene cámaras ahí dentro? —

Eso es algo que también quiero saber.

—Porque no las instaló hasta hace poco, y como si ella lo supiera, ya no gritó su nombre.

—Bueno, eso es sólo un problema hasta que Jeon Jungkook esté muerto, lo cual es sólo cuestión de tiempo. —Dios, quiero arrancarle el pelo y matarla a golpes. Si salgo vivo de esto, rodarán cabezas. Puede que pierda al amor de mi vida porque él me odia, pero nunca seré la víctima de nadie.