Antes Del Desastre- Kawaki (Next Generations) TWO VORTEX

El Karma Resuena

- ¡Kawaki... Por favor!

Me arrodillé con el y le sujetaba de la mano derecha mientras gritaba de dolor;

- ¡Aléjate de mí...!

Las marcas del Karma comenzaron a dibujarse en Kawaki. Se le estaba activando, pero sin su consentimiento.

- ¡Kawaki...! ¿¡Qué te está pasando!?

Me empujó hacia un lado mientras se giraba y me daba la espalda. Intentaba aguantar el dolor mientras se levantaba.

- Kawaki... Por favor no me digas que me marché ahora.

- "Maldita sea... Porqué tiene que ser ahora" - Apretó los dientes con furia.- "¿¡Nunca vas a desaparecer de mi, Jigen!?"

- ¡Kawaki...!

Volví a correr hacía él y lo abracé por la espalda. Él se quedó congelado por momentos; Dejó de sentir ese dolor tan insoportable.

- "Nimue..." - Me sostuvo una mano.

El Karma se fue desapareciendo, las marcas de los tatuajes de éste, se desvanecían. Por fin había parado.

- Nunca me escuchas.

Kawaki se giró hacia mí, ya más calmado.

- No quiero tener que explicarte lo que me ha pasado, ¿De acuerdo?

Lo miré triste y seriamente.

- "Yo en realidad Kawaki, se muy bien lo que te ha pasado..."

- Debo irme. No sé si vendré mañana.

Un nudo en mi garganta, me impedía hablar.

- Espera...

Él se había girado y pretendía marcharse ya.

- Por favor... No te vayas, Kawaki.

Mis ojos estaban a punto de derramar una lágrima.

- Nimue...

- No puedo soportar... Que te marches y no sepa nada de ti en varios días. Por favor si no quieres contarme nada... No lo hagas, pero sólo te pido... Que te quedes a mi lado.

Esas palabras eran tan sinceras como salidas de lo más profundo de mi ser. Quería protegerlo... No soportaría que nada le hiciera daño.

El asintió con la cabeza.

- Está bien, no me iré todavía. Pero vayamos de camino a la aldea.

Caminé junto a él hasta el sendero donde siempre nos vemos. Una vez allí se me quedó mirando algo triste.

- Nunca me has enseñado donde vives. - Me dijo.

- No te gustaría... Es un sitio un poco pequeño.

- Si quieres te acompaño a tu casa.

- "Lo está diciendo en serio... Quiere venir conmigo a donde vivo"

- Si no quieres no importa.

- No, ¡Si yo claro que quiero que vengas!
Es sólo que...

- Vamos entonces. - Me dijo.

Asentí con la cabeza un poco dubitativa y marchamos hacia mí pequeña tienda de campaña.

- "¿Qué me dirá cuando la vea...? Que verguenza."

Llegamos al desastre... Mi tienda de campaña enana estaba frente a él. Se quedó muy sorprendido y cuando dio varias vueltas alrededor, preguntó;

- Aquí... ¿Es dónde vives?

- S- Si... Ya te dije que era pequeño.

- Pero apenas cabe una persona aquí. - Dijo abriendo la entrada a la tienda.