Antes Del Desastre- Kawaki (Next Generations) TWO VORTEX

No eras así

- No sabía que estaban aquí, perdonad. - Dijo Himawari con un tono triste.

- Himawari... No te preocupes, ¿Querías algo?

- No, Kawaki- Kun, debo irme.

- Oye, la que debe irse soy yo, disculpadme, me he quedado mucho tiempo ya aquí.

- No. - Himawari la miró. - Tú no debes irte. Ya volveré más tarde a casa...

Himawari salió del salón y abrió la puerta de casa saliendo.

- Debo ir a ver que la pasa. Nimue.

- ¿Sí?

- Nos veremos mañana, ¿Vale? Tengo que ver que sucede con Himawari.

- No te preocupes. Comprendo que quieras ayudarla. Mañana nos vemos, te echaré de menos hasta entonces.

Kawaki parecía sonrrojarse con su último comentario.

- No seas tonta... Sólo será hasta mañana.

Ambos se despidieron, tomaron caminos distintos. Nimue a su tienda, y Kawaki a buscar a Himawari. Estaba poniéndose la puesta de sol del atardecer. Kawaki encontró a Himawari sobre un edificio del colegio, sola y melancólica.

- Hey, Himawari.

- ¡Kawaki -Kun...!

La chica se sobresaltó al verlo allí.

- ¿Qué es lo que te pasa? No estás cómo siempre.

- ¿Por qué no has seguido con ella? No tuviste que venir a verme...

- ¿Eh? No sé que intentas decirme, Himawari.

- Kawaki Kun, siempre me he preguntado... - Miró al suelo. - ¿¡Soy importante para ti!?

Himawari le miró a los ojos, casi a punto de llorar.

- ¿Qué estás diciendo...?

- Tú nunca me habías hecho ésto, Kawaki... Kun.

- ¿Qué es lo que te pasa? ¡Oye, Himawari!

- ¿¡Por qué ya no estás conmigo...!?

Kawaki iba a acercarse a ella pero le detuvo la pregunta.

- Ya no vienes conmigo a mis entrenamientos, ni siquiera vienes a verme... Y todo por ella, esa chica nueva que has conocido. ¡No es justo...! - Apretó los puños.

- Himawari...

- ¡Tú nunca me habías abandonado y estabas conmigo! Dime Kawaki Kun, acaso ella... ¿Tanto te gusta...?

El chico se puso nervioso y apartó su vista de ella.

- ¡Quiero que me digas porqué te olvidaste de mí... Kawaki Kun!

- ¡Basta!

El chico parecía albergar rabia en su interior además de tristeza.

- Himawari... Eres como una hermana para mí. Siempre te he protegido, y siempre te protegeré... Pero estas malentendiendo las cosas.

- ¡Mentira! - Gritó. - Dices que soy una hermana para ti, pero... ¡Esa mirada no se le pone a un hermano...!

- No digas tonterías...

- Ella te ha enamorado... Ya no piensas en nadie más... Pero, antes de llegar ella, tú...

- No sigas... - Kawaki le dio la espalda agachando la cabeza.

- Dime entonces, Kawaki- Kun, que tú nunca sentiste nada por mí. ¡Dímelo...!

Himawari estaba a punto de llorar.