Solo hasta que te sumergas.

283 19 0
                                    


«Dead Dove do not eat»

Las olas golpean violentamente contra la arena caliente, el cielo rosado se mezcla con el azul del mar haciéndole ver tan pacífico mientras en las olas se refleja esta isla plástica, la cual guarda nuestros secretos, nuestras caricias, nuestras noches en vela y nuestros anhelos junto a nuestros corazones destrozados, como si fuera una historia escrita y oculta en una botella vieja de vino que navega las violentas mareas sin rumbo, que nunca será abierta ni leída y que se desvanecerá entre olas hambrientas que solo desean ser tocadas por otras olas, pero, nunca lo lograrán sin ser destrozadas en el proceso.

Un solitario mechón de cabello azul se encontraba siendo atormentado en la habitación, escondido entre el olor a cigarrillo, alcohol y ropa sucia, mientras un azabeche de piel verdosa jugaba con el cabello del vocalista, o al menos el piel oliva así lo sentía.
Stuart se encontraba tirado en el piso inconsciente, con algunas cortadas de vidrio y con algunos mechones faltantes a causa del bajista, el cual invito al menor a beber, sin darse cuenta que solo podría terminar de dos maneras, la número uno serían golpizas y la segunda sería sexo, pero esta noche ambas se mezclaron.

-lo siento...
(El mayor suspiro mientras sus manos aún sostenian los mechones azules del vocalista, el alcohol se había apoderado de el y simplemente se dejó llevar, sabía que el alcohol solo sacaba lo peor de el, pero aún así no podía evitar consumirlo, era como si fuese el aire que respiraba, era un alivió ante su vida, pero para el menor solo era una alerta de peligro).

-Esta bien, pero,¿Te sientes mejor?.
(El chico de cuencas negras no sabía que responder y tampoco es como si tuviera otra opción, no quería más problemas, no quería que el bajista fuese violento nuevamente).

-Un poco, eso creo, lo siento de nuevo, no quería hacer esto hoy, solo quería pasarla bien, tu sabes, desde que estamos en esta isla de basura no nos hemos llevado tan bien como desearía.

-Lo entiendo, solo que el alcohol no ayuda mucho Mudz.

Los dos integrantes se mantuvieron al margen, sus miradas se entrelazaban, como si estuvieran esperando algo más del otro, la habitación estaba llena de suspiros, ambos intentando disimular sus respiraciones agitadas, mientras que sus ojos chocaban de vez en cuando tratando de consolarse mutuamente con miradas compasivas, sin darse una sola palabra, sin tocarse, solo sabían que al cruzar sus mirada lo hacían con un el mismo sentimiento, aunque ese sentimiento fuese el mismo tenía significados distintos para ambos.

Destrózame. † 2doc †Donde viven las historias. Descúbrelo ahora