Murdoc, aún así tengo que correr pronto. parte 1

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*Tw noncon.*

El aire esta repleto de insultos, no puedo creer que solo puedas maldecir después de verme así, me golpeaste como tu saco de box personal, tú mirada agresiva perfora mí corazón débil y triste, tus palabras hirientes raspan en mis oídos y mente, estoy harto de esto, de esta isla, de mí y en especial de tí Murdoc Niccals.

-¡Largate!, si no te importó simplemente largate. Estoy cansado de esto, solo quiero estar solo, por favor vete.

- ¿Qué mierda acabas de decir faceache?,
¿!Acabo de salvar tu vida y así me agradeces!?.

-No salvaste mi vida, ¡la arruinaste!,
solo lárgate, déjame en paz.

-Faceache, ya me esta cansando tu estúpido papel de víctima eterna, ¡Salve tu vida, agradécemelo con palabras o con tu cuerpo!.

Murdoc se acercó hacía el rostro de Stuart mientras para sujetarle con fuerzas y odio las manos cortadas del vocalista.

-¡Ah, Murdoc duele!.
(El menor dio un quejido mientras intentaba liberarse del agarré del verdoso).

-¡Cierra la boca de una vez!.

El mayor le regalo nuevamente una bofetada al peliazul para acto seguido besarle con tosquedad, sujetaba la cabeza del peliazul haciéndole imposible zafarse de ese beso que parecía como si intentase ahogar todos sus sentimientos en ese acto tan asqueroso. Sus manos bajaban con rapidez hacía la bragueta de Stuart, su mano paseaba con libertad sobre la entrepierna del vocalista, mientras que su otra mano sujetaba cada vez más fuerte los brazos cortados, haciendo que estos sangraran de nuevo por la presión ejercida. El azabeche separo sus labios del menor no sin antes morder el labio del contrario dejando un hilo de sangre, Murdoc tomó bruscamente a Stuart del cuello  para someterlo, sujeto lo más fuerte que pudo las manos del vocalista y con el cinto que acababa de quitar de sus vaqueros lo ato a un mueble para que no pudiese moverse ni un centímetro sin sentir dolor en sus brazos aún heridos y sangrantes.
El peliazul se movía frenéticamente tratando de librarse, daba patadas y quejidos intentando alejar al bajista pero era inútil.

-¡Deja de moverte mierda o te dejo sin piernas!.

El azabeche lanzó un grito contundente haciendo que Stuart quedara atónito y con miedo, su cuerpo se paralizó y sus ojos se cerraron con fuerza a la espera de un golpe. Al contrario de esto, Murdoc saboreo al vocalista con su mirada perversa, tocando libremente todo su cuerpo como si estuviera burlandose de el. Las manos del menor se aferraban con fuerza al cinturón, con frustración de no poder hacer nada, sus ojos no paraban de derramar lágrimas, sus labios soltaban pequeños gemidos ahogados y sollozos, mientras mordía sus labios tratando de callar estos sonidos, tratando de aferrarse a lo poco que podía quedar de su dignidad.

-Pretty boy, déjalo salir, sabemos que te gusta, no disculpa y me corrijo, ¡te encanta!, tu siempre dices que te encanta sentir mi pene en tu interior, que te vuelve loco, te fascina.

El verdoso atino a decir esto con una amplía sonrisa mientras masajea el miembro del menor y lamia ocasionalmente la entrepierna de este.

La habitación se veía lamentable, llena de sollozos mezclados con gemidos que ocasionalmente eran interrumpidos por palabras torpes que salían del mayor, haciendo una melodía hermosa para los oídos de Murdoc, mientras Stuart sentía que era una pesadilla asquerosa sin fin.

-dents, canta para mí, por favor, ¿o no amas cantar para mí? , ¿no querías ser mi número uno de nuevo?.

Su tono parecía dulce, pero solo era una sucia mentira llena de burlas puesto que lo decía con maldad pura, burlandose de Stuart.
El corazón de Murdoc ardía al igual que su miembro, esa sensación le encantaba, le hacía sentir vivo, el hecho de tener a 2d tan vulnerable, tan sumiso le hacía tener una combinación entre rabia y placer.
Mientras que para Murdoc esto era la gloria, para el peliazul era como el mismo infierno, solo cerraba sus ojos fingiendo que no estaba pasando esto, fingiendo que el alcoholico aliento de Murdoc no estaba atormentando su mente ni su cuerpo.

-Mudz, por favor, estoy herido y tu estas alcoholizado, dejémoslo para otro día ¿si?.

Dijo el peliazul tartamudeando un poco mientras tomaba las pocas fuerzas que le quedaban e intentaba hablar con calma y gentileza rogando que Murdoc lo dejará pasar al menos por hoy.

-oh mi pretty boy, ¡Dije que cantaras!, pero, ya que no puedes cantar simplemente deberías dejar de balbucear estupideces.

Murdoc le gritaba e insultaba mientras sacaba bruscamente su miembro para dirigirlo con violencia en la boca del peliazul y correrse en la cara de este, para después soltar una bofetada acompañada de unas risas burlonas ante los sollozos del peliazul.

-¿Sabes que te amo y que solo tu me comprendes verdad sunshine?.
(Murdoc exclamó entre risas burlonas para seguir con sus ataques violentos).

Destrózame. † 2doc †Donde viven las historias. Descúbrelo ahora