Tras la innegable vuelta del señor tenebroso, el mundo mágico está dividido en dos: aquellos que siguen a lord Voldemort por miedo y aquellos que tiene el valor suficiente como para seguir a Harry Potter.
En el corazón del castillo de la escuela de...
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𝓐┃𝑨𝑳𝑬𝑺𝑺𝑨 𝑷𝑶𝑻𝑻𝑬𝑹
—¿Qué me cuentas? —se sorprende Hermione, mirándome desde su cama.
Asiento tirada boca arriba sobre la mía, y me tapo la cara con las manos antes de soltar un grito desesperado.
—¿Y no puedes decirle a Slughorn que Harry te puede ayudar? —aporta como idea Hermione.
—Eso —apoya Ginny, sentada a mi lado en mi cama.—, tu hermano es uno de los mejores.
Niego y resoplo.
Hoy, cuando le conté a Harry en Herbología quién sería mi tutor de refuerzo, después de ver su tan negativa reacción, tuve la misma idea que me acaba de dar Hermione.
Harry, que es uno de los mejores alumnos de Pociones, quien además es mi hermano, podría ayudarme con la materia. A ver, de hecho ha habido veces que si que me ha ayudado en clase, pero Slughorn decía que dejáramos de parlotear.
Total, que por una cosa u otra, se ve que a Slughorn no le hace mucha gracia que Harry me ayude en Pociones. De hecho, cuando le expuse mi petición sobre que mi propio hermano me ayudara, me la denegó casi antes de que pudiera terminar la frase. Según él, quiere diversidad en sus clases, es decir, que alumnos de diferentes casas se ayuden entre ellos y, sobre todo en nuestro caso, que resolvamos nuestras diferencia.
No sé como se ha enterado de que tenemos nuestras diferencias Malfoy y yo, pero el viejo cotilla lo sabe.
Así que el único alumno que el profesor ve conveniente para mi es Draco Malfoy. Estupendo.
—Ya lo he intentado, y nada. Según él, Draco Malfoy es el alumno perfecto para mi.
Hermione pone los ojos en blanco con tan solo escuchar su nombre, y Ginny frunce los labios por lastima hacia mi.
Normal, yo también sentiría una lastima increíble hacia una persona que tenga que estar más de cinco minutos con Malfoy al lado.
Oh, espera, si esa soy yo.
Qué desgraciada soy.
—Bueno, mira la parte positiva... —intenta Ginny, frotándome el hombro.
