El día del juego de polo llegó, la casa de los Lee estaba completamente llena, los ministros de las regiones vecinos hicieron acto de presencia en aquel lugar. Gente con gran poder se encontraba ahí, y los medios de comunicación no podían faltar.
Un rumor se había extendido por las provincias, y no tardó en llegar a Asnortville, se corría el rumor de que el primogénito de los Lee, llegaría a Vriched.
Las razones por las que nadie conoce su rostro, son vagas. Pero en boca de todos se dice que dejó su vida por seguir una ideología diferente.-Padre, ¿está seguro que es momento?-
-No hay mejor momento que el día de su aniversario Jisung, y pronto serás rey, necesitas de una gran mujer para gobernar tu pueblo-
¿Porqué su cuerpo caló cuando su padre le entregó el anillo real, que él y su abuelo habían entregado al pedir la mano de su futura esposa? No entendía porque sintió miedo, si sabía que esto pronto pasaría.
-Pero la coronación es en 9 meses, ¿no cree que aun es muy pronto?- seguía insistiendo
-¿Qué pasa Jisung? Creí que te entusiasmarias por esto, ahora es cuando debes de pensar como un rey, pronto una corona estará sobre tu cabeza, ¿es acaso que no la amas?-
-Yo... yo- Jisung sintió una presión en su pecho al escuchar las últimas palabras, ¿la amaba?-
-Su alteza, el juego está por iniciar- fue interrumpido por uno de los ministros de Vriched.
El Rey Han sonrió y palmeó el hombro de su hijo, quien aún se encontraba confundido con todo lo que su padre le había dicho.
-Un rey nunca se demora- fue lo último que dijo antes de salir de aquel lugar.Jisung soltó un gran suspiro, revolviendo un poco su cabello castaño claro,ya que se sentía presionado y no sabía que hacer. Golpeó un par de veces su cabeza ante la gran ventana que adornaba aquel salón, sin sentir la presencia de alguien más.
-Vas a causarte una fractura si sigues golpeándote así, y quien sabe en el peor de los casos incluso rompas algo de tu cerebro y pierdas la memoria- dijo alguien de voz profunda, pero por una razón era muy suave.
Jisung miró hacia donde provenía la voz, y notó a un joven recostado en el umbral de la puerta, con las manos en los bolsillos de sus pantalones, era alto, de cabello gris, y sorprendentemente demasiado atractivo.- No me vendría mal después de todo- sonrió
Ni siquiera Jisung se molestó por el hecho de que le habló sin honoríficos.
-¿Problemas en el paraíso?- habló mientras caminaba hacia donde Jisung se encontraba, dirigiendo su mirada hacia la ventana.
Jisung miró aquel perfil perfecto del joven, notando un lunar pocionado en aquella nariz, observando como los rayos de luz que entraban por la ventana, hacían un precioso contraste en el rostro del más alto, perdiéndose un momento en aquella mirada vacía que el otro tenía.
Al no recibir respuestas, aquel apuesto muchacho volteó su rostro, encontrándose con el de Jisung quien lo miraba como si de una pintura se tratase. Jisung parpadeo un par de veces y trago saliva, bajando su rostro ruborizado, ya que lo había descubierto mirándolo.
Sonrió apenado y soltó un suspiro, mientras negaba con la cabeza.
-Sólo estaba pensando, en como una decisión puede cambiar todo lo que conozco- alzó su rostro para mirar por la ventana, hacia a bajo a todos los que se encontraban en aquel lugar.
El joven lo miró por un momento, y después imitó la acción del castaño.
-Las decisiones moldean tu vida, no puedes vivir para siempre en lo conocido, si no exploras más allá de lo acostumbrado, respirar te resultará innecesario- dijo el de cabello gris sin despegar la mirada en la multitud de afuera.
-Tal vez me acostumbré a vivir de esa forma, que lo desconocido me asusta- soltó Jisung sorprendido por lo que de su boca había salido.
¿Es eso? ¿Ha vivido toda su vida en la costumbre?
El joven sonrió levemente mirando otra vez a Jisung.
Esa sonrisa hizo que un escalofrío recorriera en el cuerpo de Jisung, sintiéndose extraño.
El más alto iba a hablar cuando un alborotado joven llegó al salón.
-¡Jisung, porque estas tardando tanto, el juego está por iniciar, eres el primero!- gritó Hyunjin ignorando el hecho de que estaba siendo imprudente.
Jisung miró al joven que se encontraba junto a él, le regalo una sonrisa y inclinó levemente su cabeza.
- Fue un gusto joven...- lo último sonó a pregunta mientras esperaba el nombre del mencionado-
-Minho, Lee Minho su alteza- sonrió el más alto.
No logró contestar ya que Hyunjin jaló su brazo llevándolo rápidamente hacia las escaleras.
-Hasta luego Lee Minho- gritó Hyunjin al salir del salón.Jisung se encontraba pocionado en aquel caballo listo para iniciar, mientras que su cabeza no dejaba de dar vueltas. Sabía lo que se venía después del juego, y no estaba listo para eso, una parte de él se odiaba por sentir dudas, respecto a su futuro con Chaer, y la otra solo sentía presión por eso. Y aun se preguntaba, porque le costaba tanto decir que la amaba, ¿no era eso ya un hecho?
Rápidamente miró hacia la multitud, quizá buscando alguna respuesta, hasta que sus ojos se toparon con el joven del salón, quien se había presentando como un Lee. Si lo conocía, ¿porqué le había hablado informalmente desde un principio? Esa actitud hizo ruido en su cabeza, ya que ni siquiera le había molestado. ¿Era acaso algún primo de su novia? Jamás lo había visto por ahí.
-Su alteza, ¿esta listo para el primer tiro?- se acercó el mediocampista del juego sacando a Jisung de sus pensamientos.
Este solo se limitó a asentir,y dieron inicio al juego.
El juego consta de cuatro a ocho períodos, conocidos como chukkers, cada uno con duración de aproximadamente 7 minutos y medio. El juego no puede ser interrumpido por caídas de jugadores si estos salen ilesos, pero si, cuando el caballo sufre de alguna lesión.
Y eso fue justamente lo que pasó, el vendaje de el caballo de uno de los jugadores se deshizo, haciendo que detuvieran aquel período. Dándole al príncipe Jisung una oportunidad para poder escapar de aquel juego. Sin darse cuenta que al bajar del caballo, algo salió de sus bolsillos, captando la atención de su novia.Jisung se encontraba en el jardín que estaba en la zona sur de aquella casa, miraba con atención la fuente que adornaba el lugar, buscando librarse de sus pensamientos.
Unos ruidos de hojas siendo pisadas alertaron al príncipe, sobre la presencia de alguien más.
Miró hacia el arco de rosas que se encontraba en el camino que lo llevó hacia ahí, encontrándose con aquellos ojos felinos que le miraban atentamente.
-¿Otra vez huyendo de su destino joven alteza?- se dirigió hacia el con las manos en sus bolsillos.
Jisung sonrió al notar el repentino cambio en su forma de hablarle.
-¿Ahora habla con honoríficos Joven Lee?-
-La otra persona en mi cabeza, me regañó internamente por hablarle informalmente alteza- lo dijo mientras burlonamente se inclinaba ante Jisung
-Quizá debería dejar que la otra persona sea quien tome decisiones a partir de ahora-
-Si eso es lo que desea su alteza, estaré encantado de complacerlo- Minho le guiñó el ojo.
Jisung ocultó el hecho de que se había ruborizado volteando su rostro hacia la fuente que antes había captado su atención.
Minho se acercó hacia el cuerpo del menor imitando lo que el otro hacía.
-Entonces, es un catador de fuentes o porque prefiere pasar el día aquí, antes de hacer presencia en la gran ceremonia que se está llevando acabo-
Jisung rió ante ese comentario, creía que aquel joven tenía una divertida forma de ver las cosas, y le agradaba su presencia.
-Supongo que esta fuente, incluso ante toda la multitud, robaría mi atención en cuestión de segundos, quizá porque solo me escucha cuando nadie más lo hace sin quejas de por medio-
Minho asintió con su cabeza y agregó
-Está muy acostumbrado a ser el que escucha, pero reprime lo que siente para no incomodar a los demás-
Jisung miró de reojo a Lee, quien se encontraba admirando la fuente que les hacía compañía.
-Si, supongo que esa es le verdad- dijo a penas en un susurro inaudible mientras miraba el perfil de Lee.
Pero Minho le había escuchado, así que inconscientemente giró su rostro hacia el de Jisung.
Se encontraban ambos mirándose sin decir nada, no podían explicar lo que estaba sucediendo en ese preciso momento, pero se sentía bien, ambos encontraron un lugar cálido en sus miradas.-¿Jisung? Oh Jisung al fin te encuentro- escuchó la voz de su novia irrumpir sus oídos-
No estaban haciendo nada, pero aun así se removieron incómodos ante la presencia de la joven.
-Disculpame Chaer, ¿me buscaste por mucho tiempo? Lamento haberte asustado- se acercó Jisung a su novia acariciando su precioso cabello negro-
-No, descuida cariño no me tomó mucho tiempo encontrarte, vine porque quiero hablar contigo-
Minho tosió algo incómodo.
-Creo que mejor los dejo solos- agregó
-No Minho quédate, es importante y te involucra también- miró con petición al de cabellos grises.
-No estoy entendiendo Chaer, ¿que es lo que pasa? ¿Ocurrió algo con nuestros padres?- preguntó preocupado.
-Nada de eso Ji- sonrió Chear mientras acariciaba los hombros del príncipe- Lo que quiero decirte es que, cuando bajaste del caballo algo cayó al pasto, entonces como no te regresaste a buscarlo, fui por eso- decía torpemente mientras buscaba algo en su bolsa y se lo entregaba a Jisung-
Cuando Jisung miró aquel objeto al que se refería su novia, su cuerpo se estremeció al notar que se trataba del anillo que anteriormente su padre la había dado.
-Chaer yo...- una vez más interrumpido por su novia.
-Mi respuesta es si Jisung, quiero casarme contigo- dijo sin más abrazando al joven príncipe que se encontraba aturdido por todo lo que en cuestión de minutos acababa de pasar. Estaba tenso, ya que no estaba seguro sobre ese matrimonio, tenía un debate interno y estaba atrapado en una cárcel de confusión.
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Love revolution
FanfictionLa unión de un matrimonio y la responsabilidad de un reino al que toda su vida ha sido preparado, cae en duda tras una noche de confusión, el joven heredero conoce lo revolucionario y deja que sus sentimientos se vean envueltos en las garras de un a...