VII

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La noche llegó tan rápido que para Jisung parecía que el tiempo avanzaba muy rápido. En el palacio ya se podía ver las decoraciones para la ceremonia. Hyunjin junto con Lia, se encargaron de cada uno de los detalles.
Jisung aún se encontraba en su habitación, indispuesto a todo lo que se avecinaba, pero aun así, debía asumir la responsabilidad.
Salió de su habitación y se encaminó por los pasillos para llegar hasta las escaleras.
Todo estaba perfectamente impecable, una hilera de flores blancas y rojas adornaban el umbral de las escaleras, los candelabros brillaban más de la habitual, había una mesa larga llena de bocadillos apetitosos, y en medio de esta, una fuente de chocolate.
Las puertas del palacio fueron abiertas, para darle entrada a los grandes personajes que estarían presente esta noche, junto a la gente de Asnortville.

El Rey Han junto a su esposa e hijos, se encontraban en medio del salón, saludando a quienes llegaran, poco a poco la gente fue incrementando, llenando cada espacio del castillo, sin duda la velada sería larga, y las preguntas cansadas.
La familia Lee hizo acto de presencia, ingresó de primera cuenta, el
Gobernador junto a su esposa, detrás de ellos, sus dos hijos.
Jisung notó la presencia de estos, con su mirada fija en Lee, pero no precisamente en su novia.
No pudo apartar la vista del peligris, ya que este se miraba tan más atractivo, Jisung pensó en ese momento que jamás había visto a un hombre tan más varonil como Minho. Vestía unos pantalones negros que marcaban increíblemente sus muslos, llevaba puesto una camisa con algunos botones sin abrochar, y con unos tirantes que adornaban elegantemente su atuendo. La frente la llevaba descubierta, colocando de una manera rebelde su cabello. Sus labios levemente rojos, y algunas perforaciones colgaban de sus orejas.
Minho sin duda, era el más atractivo de todo el castillo, y eso Jisung lo tenía más que claro. Ni siquiera se molestó en pensar eso de un hombre, no había manera de negar lo innegable.
Minho se dio cuenta de la mirada que Jisung  le había dado, sonrió de lado sintiendo nuevamente ese cosquilleo que el menor le ocasionaba cada vez que lo veía de esa forma.
-Buenas noches su majestad- habló el Gobernador Lee inclinando su cuerpo tan rápido como llegó hasta donde se encontraba la Familia Real- Maravilloso, todo esto ha quedado maravilloso- reía mientras miraba cada espacio del palacio.
-Es grato saber que está disfrutando de esta hermosa velada Gobernador Lee- habló el Rey Han
-Oh por supuesto que así es su majestad, no podría estar más feliz por esta noche, pronto seremos una familia-
El Rey Han asintió gustoso por lo que escuchaba, mentiría si dijera que no se encontraba feliz por el motivo de aquella ceremonia.
Chaer se soltó del brazo de Minho, y corrió hacia donde Jisung.
Jisung no había visto ni por error a su novia, ya que estaba totalmente perdido en los ojos de Minho, Reaccionó hasta cuando Chaer besó su mejilla.
Jisung sonrió para disimular un poco, y volteó su mirada a su novia, con una mano la tomó de la cintura, y con otra tomó su rostro, depositando un casto beso en sus labios.
Minho volteó la mirada.
-Luces preciosa Chaer- dijo después del beso, mientras acariciaba su mejilla.
-Tu luces absolutamente guapo, Príncipe Han- sonrió
-¿No son los novios más lindos de Asnortville?- habló ahora Felix, quien miraba con ternura la escena, ganándose la aprobación de todos-
Las risas en ambas familias no pararon, estaban felices, hace tanto habían esperado que pronto este momento llegara, y ahora todo se volvería realidad.

La media noche pronto caería, aún todos seguían muy animadamente conversando en el palacio. Jisung se encontraba irritado, había bebido a escondidas de sus padres, unas cuantas copas de vino, se sentía ansioso, y preocupado. Sabía que pronto el compromiso sería anunciado formalmente ante todo Asnortville, y que a partir de ese momento, no habría vuelta atrás. Su cabeza dolía, y empezaba a sentirse mareado.
Hyunjin llegó con la noticia de que se prepara, ya que en cuestión de minutos se haría el gran anuncio, y eso lo hizo sentir nervioso. Quería huir de ahí, quería desaparecer de ese lugar, estaba tan asustado con la idea del matrimonio.
Pronto todo empezaba a volverse pequeño, y Jisung sentía que el aire le faltaba.
Minho, quien a lo lejos observaba se acercó para calmar al menor.
-¿Príncipe se encuentra bien?- se agachó para así poder observar mejor, tomando de la cabeza a Jisung quien se encontraba algo agitado.
Negó repetidas veces, bajando su cabeza.
-Por favor Minho, llévame a otro lugar- habló entre dientes Jisung
Ni siquiera Minho se dio cuenta que fue la primera vez que Jisung lo hablaba por su nombre, tomó a Jisung por el brazo y lo sacó del salón lo más rápido posible, sin que nadie los notara.
Ni siquiera sabía a dónde lo llevaba, sólo caminaba y caminaba lo más lejos posible del salón principal.
Llegaron hacia un pasillo largo, encontrando una puerta grande, Minho abrió el lugar, dándose cuenta que era una vieja biblioteca, con un sillón tapado con una tela blanca, el lugar parecía como si por mucho tiempo nadie había entrado ahí.
Lo que Minho no sabía, es que no estaba lejos de la realidad. Ya que se encontraban en la parte norte del castillo, donde nadie caminaba, no porque estuviera prohibido, si no porque lo habían olvidado, o eso creía Jisung.
Minho cerró la puerta, y quitó la tela del sillón, limpiandolo con esta, para que el Príncipe pudiera sentarse.
Jisung tomó asiento, colocó sus codos sobre sus rodillas, y con sus manos tomaba su cabello, su respiración era un poco más tranquila.
-Gracias- fue lo único que dijo Jisung después de soltar un gran suspiro- Si no fuera por usted, no se que me hubiera pasado allá afuera- tiró su cuerpo en el respaldo del sillón, fijando su mirada en el techo.
-Es normal estar asustado, pero usted la ama, y lo superará- habló Minho mientras tomaba asiento en el sillón, con la mirada en Jisung.
El Príncipe seguía con la mirada fija en el techo.
-Me asusta no llegar a amarla como ella a mi- soltó sin más.
Minho quedó sorprendido por la confesión, ¿El Príncipe no amaba a su hermana?
No podía culparlo, aún así si se trataban de los sentimientos de su hermana.
-Entonces, ¿porqué casarse?- se recostó imitando la acción de Jisung.
-Soy el heredero del trono, Lee. No puedo tomar la corona sin antes contraer matrimonio.
-¿Aún si eso significa estar con quien no se quiere?
Jisung miró a Minho, y este le miraba a él.
Tardó en responder ya que tenía miedo a decir lo que pensaba.
-Se que la quiero, de eso no hay duda-
-El cariño que usted siente, no es el mismo con el que ella lo mira a usted, ¿lo sabe?-
Jisung asintió
-Chaer está enamorada, pero yo no conozco el sentimiento de estar enamorado, y me asusta no sentirlo nunca- seguía mirando a Minho, y ahora se dio cuenta de que sus rostros estaban muy cerca, pero no se apartó.
Minho veía el rostro frágil del Príncipe, miraba las mejillas que tenían un leve color rojo, miraba sus ojos que se sentían frustrados, miraba esos labios que tenían leves heridas, ya que Jisung los había mordido, y por un momento se sintió atraído hacia ellos.
Jisung se tenso, ahí estaba otra vez ese sentimiento, su estómago vibraba, y sus labios hormigueaban al sentir el aliento del más alto muy cerca de él.
-Se hizo heridas su alteza- habló Minho mientras acercaba su mano hacia el rostro del Príncipe, lentamente acercaba sus dedos hacia los labios del menor, esperando que el otro lo impidiera, pero se asombró al ver que el otro no hizo ningún movimiento por alejarlo. Tocó suavemente los labios del Príncipe con sus dedos, quitando la sangre que había quedado.
Jisung disfrutó del tacto, y su cuerpo no podía alejarse.
En ese momento ambos se miraban fijamente, sus rostros estaban demasiado cerca, y podían sentir sus respiraciones. No podían negar de lo muy atraídos que ambos se encontraban, los rostros de ambos se encontraban ardiendo, las orejas estaban rojas. Minho no podía seguir aguantando las ganas de besar esos lindos labios, y si el menor no se lo impedía, lo besaría hasta que sus labios dejaran de sentirse. Poco a poco acercó más su cara, temiendo de la reacción del otro. Pero para su sorpresa, fue él Príncipe quien acortó la distancia, dándole así el beso que ambos estaban deseando.
Sus labios encajaban perfectamente en el otro, el beso no era torpe, ambos tenían experiencia. Un beso tierno, pero con demasiada agilidad.
Minho tomó la cintura del menor, y este último posó sus brazos sobre el cuello del mayor. Pronto el beso se volvió un poco más necesitado, Minho mordió el labio inferior de Jisung, y este soltó un suspiro, dándole paso a la intromisión de la lengua contraria. Minho no dudó y comenzó un vaivén en aquella boca ajena. El sonido de ambas lenguas jugando era tan caótico. El sabor de alcohol que en ambos cuerpos habitaba, se sentía tan bien. No sabían en qué momento habían pasado de un beso delicado a uno tan más cargado de deseo.
Jisung sintió una corriente extraña, cada que el mayor mordía sus labios, se sentía totalmente diferente ser al quien tomaban del cintura, pero le gustaba esa sensación que le daba Minho, no se sentía disgustado por recibir esas caricias, al contrario, cada vez más se encontraba necesitado.

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⏰ Última actualización: Oct 23, 2022 ⏰

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