Luego vinieron inevitablemente las conversaciones en la cama. Él supo de todas sus aventuras con la lavadora y supo que ella sintió el olor de otra vagina en su ropa interior. Ella no sintió miedo a decirle que ese olor del sexo recién hecho, al principio le molestaba pero que le motivaba más que lo que le molestaba. Él supo que ella olía diariamente sus aventuras con su amante y que su esposa se masturbaba discretamente imaginando todo lo que él y su amante habían hecho. Él no supo que decir ni que hacer, pero ella se lo aclaró, cuando en medio de la conversación, ella le empezó a describir con palabras casi exactas lo que pasaba entre él y su amante, y con cada detalle que ella daba ella se calentaba más, y lo agredía de la misma forma con besos, mordiscos, caricias, toques, roces y sin dejar de hablar. Finalmente hicieron el amor juntos, él sintió que tenía una esposa nueva, pero en el cuerpo y la mente que ya conocía y adoraba. El empezó a sentir a su esposa como nunca antes, la vio distinta, la empezó a mirar como miraba a su amante, al punto que apenas pensaba en su amante. Las fantasías de ella, ya no solo eran de ella, ahora las compartía con él, ya eran fantasías que tenían juntos. El a veces inventaba que había tenido sexo con su amante, solo para ver a su esposa exorbitante como a él le encantaba verla.
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Ella más Él son 3
SpiritualComo una mujer se redescubre y reaviva la pasión en su pareja