Al cuarto encuentro ella no solo salio debajo de la cama, ella se acomodó, ella miro, ella gimió, la amante se asusto, pero la amante continuo, el la miro, él se sobrexcitó, todos continuaron en lo que andaban, y todos terminaron con estallidos de gemidos de goces de orgasmos que jamás olvidaron. Ella no se pudo contener y luego de terminar ambos alla subió a la cama con él y con la amante. Ella acarició el cabello a la amante de forma consentida y maternal, como quien dice no te preocupes que no pasa nada. La amante, totalmente desnuda de cuerpo y alma y algo asustada no sabía apenas ni qué decir ni qué hacer. Ella siguió tocando el cabello de la amante con cara risueña y la amante se empezó a sentir cómoda. No se dijeron muchas mas palabras. La amante seguía arriba de su esposo, con el miembro de él aún metido dentro. Ella siguió tocando el cuello y el hombro de la amante, para que no se siguiera sintiendo incomoda, para que se relajara y no tuviera miedos. La esposa con sus ánimos de animarla, empezó a contarle ligeramente a la amante, que ya ambos habían tenido sexo pensando en ocasiones como esta. Él no decía nada, solo asentía placenteramente con la cabeza. Ella seguía hablándole a la amante tranquilamente mientras le acariciaba el cuello y la amante se sintió mas en confianza. La esposa nunca confesó que los bajos de esa cama ya eran su lugar favorito, pero le relataba dulcemente al oído de la amante el transcurso de las fantasías que disfrutaron ella y su esposo antes de este encuentro.....
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Ella más Él son 3
SpiritualComo una mujer se redescubre y reaviva la pasión en su pareja