Harry
-Harry, mañana a las 9:00pm nos vamos a Philadelfia.- Dijo Josh juntando algunos papeles en medio de la mesa de vidrio, al mismo tiempo que la puerta se abria lentamente.
Por ella entró Emma, lucía agotada, realmente agotada. Miro hacia nosotros desicándonos una sonrisa y continuó caminando a su cuarto. Fruncí el ceño y miré a Marie que se encogió de hombros sin entender.
-Está bien, estaremos listos.- Asentí hacia él y me levanté del sillón individual caminando hacia la habitación de Emma. Toqué algunas veces y entré.
Ella estaba de espaldas a mi, solo traía las bragas, sus hombros undidos dejaban a la vista lo cansada que estaba. Suspiró en donde estaba y me miró sobre su hombro
-Hey, ¿por qué tan cansada?- Susurré mirándola y ella sonrió leve
-No lo sé, realmente.- Vostezó encogiendose de hombros y me paré tras ella besando su nuca mientras acariciaba sus brazos.- Harry, no.- Dijo removiéndose
-Tranquila preciosa, solo te daré un masaje.- Besé su cabello y empecé a masajear sus brazos suavemente
Ella asintió con su cabeza algunas veces, sonriendo levemente; cerró sus ojos y se quedó dormida, seguí con los masajes algunos minutos más destensando sus músculos y al terminar dejé un pequeño beso en su frente. Salí de la habitación y llegué a un lado de Clark.
-Hey.- Saludó y asentí con mi cabeza sirviendo agua en un vaso del estante
-Harry, no sé qué es lo que hago yo aquí si tú nisiquiera comes mi comida.- Entró Marie refunfuñando en la cocina haciéndonos reir
-Linda sólo como tus cenas.- Guiñé un ojo hacia ella haciendola rodar sus ojos.- Lo demás lo puedo comer en la calle
Hizo una mueca y al pasar por mi lado dejó un golpe en la parte posterior de mi cabeza haciendo que me atragantara con el agua. Clark rió bastante fuerte y empezó a palmear mi espalda mientras Marie huía de la cocina entre risas.
-Idiotas.- Susurré para mi mismo y mordí un pedazo de mi sandía.
-Bien amigo, Emma te trae mal. ¿No?- Josh se sentó a mi lado al igual que Clark y ambos sonrieron ampliamente, rodé mis ojos reprimiendo una sonrisa
-No voy a tener una charla de chicas con ustedes.- Negué haciéndolos reir.- Pero si, un poco
-Si, claro. Un poco.- Ambos se carcajearon y yo reí negando
-Okay, Okay. Mucho, ya.- Rieron conmigo y seguí comiendo mi fruta.- Mierda tengo hambre
-Ojalá te comieras la comida de mi novia.- Dijo Josh rodando los ojos, hice una mueca y tomé el teléfono
-Si, si. Como sea, hoy es día de pizza y nachos.- Sonreí y marqué al nombre del lugar.
"Food Palace, buenas noches, ¿en qué puedo ayud..." No terminé de escuchar la voz de aquel chico ya que un grito resonó por toda la habitación.
Dejé caer el teléfono y mientras recibía las mieradas de todos corrí a el cuarto de Emma encendiendo la luz, cerré la puerta y me acerqué a ella lentamente.
Estaba acostada en la cama con ambas mejillas empañadas en lágrimas, su cuerpo se retorcía en dolor y sus labios hacían una mueca mientras soltaba algunos gritos. Sus uñas razguñaban sus brazos y cuello y seguía gritando sin parar. Me aproximé a ella rápidamente y me subí en su cuerpo con la respiración agitada.
-Emma, pequeña.- Susurré acariciando su cabello y sus manos drjaron de moverse. Las tomé suavemente y las pasé por encima de su cabeza.
-Emma, despiertate.- Dije algo más alto sacudiendo su cuerpo, dus gritos disminuyeron y soltó un sollozo.- Emma arriba.- Dije con fuerza y ella se despertó de golpe jadeando por respiración
-¿Harry?- Susurró entre sozollos
-Si, Emm.- Solté sus manos con lentitud y me acosté a su lado. Sollozó más bajo y se puso sobre mi abrazándome
-No me dejes, Harry.- Susurró contra la piel de mi cuello, acaricié su cabello lentamente dejando un beso en su frente
-No lo haré.- Rodeé su cintura lentamente con mis brazos acercando su cuerpo completamente al mío
-¿Lo prometes?- Susurró y miró mis ojos mordiendo su labio
-Lo prometo.- Asentí y besé sus labios suavemente sintiendo como correspondía al segundo lentamente
Moví mis labios en sincronía con los de ella acariciando su espalda suavemente, ella tomó mis rizos tirando de ellos suavemente haciendome soltar un jadeo involutario, provocándole una sonrisa. Rompimos el beso segundos después y recostó su cabeza contra mi hombro.
-Gracias.- Susurró casi inaudible y acaricié su espalda con la punta de mis dedos
-Gracias a ti, pequeña.- Susurré y besé su frente suavemente.- Ya vengo.- Intenté ponerme de pie pero au agarre se intensificó
-No, no te vayas.- Me miró con su rostro y ojos contraidos en miedo
-Son unos minutos, me voy a cambiar la ropa. Frente a ti, ¿bien?- Asintió algunas veces con sus ojos verdes llenos de miedo aún
Sonreí y besé sus labios suavemente sintiendo como se destensaba segundos después, rompí el beso y miré sus ojos sonriendo levemente
-Está bien.- Asintió algunas veces y salí de la cama acomodándola sobre esta