Rompiendo mis lazos

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Estaba tan concentrada en la compra de los objetos para cada casa que había olvidado que era de noche, cuando noté que estaba amaneciendo, me senté en el balcón, sonriendo con nostalgia, recordando aquella noche, aquel primer beso, ¿había dolido aún más de haber dormido con él? bebí el último sorbo de café, no tenía sueño, me quedé viendo un rato el horizonte- Te ves deprimida -Aquella voz desentonada me asustó haciendo que tirase el poco de café que quedaba en mi taza, logrando que se me escaparan algunas malas palabras- Sabía que algo debías haber aprendido de mi -Voltee a ver quien era, y se trataba de Matthew, lo tomé haciendo que ganase y agitara las alas, lo abracé con cuidado y reí feliz- Eres tu!!! -Dije riendo dando algunos saltos- Hey! Hey!! calmate! vaya, que te ha pasado?! -Lo solté y este voló hasta mi sofá sacudiendo sus alas- Yo…¡Lo siento tanto!! -Dije comenzando a llorar sin poder evitarlo, me senté en el suelo y me sequé las lágrimas, intentando sonreír con mucha dificultad- ¿Porque estás aquí? -El ave se me quedó viendo girando sutilmente su cabeza en un gesto de confusión- ¿No estabas feliz de verme?, ahora porqué estás llorando? -Preguntó acercándose a mí, supuse que para verme mejor- Estoy feliz de verte, solo que…llevo despierta casi tres meses y ya no puedo volver a la ensoñación -Dije mientras me secaba las lágrimas y sonreía por la nostalgia, vi a Matthew agitar sus alas- Ah! el me envió a vigilarte, dijo…bueno la señorita Lucienne dijo que él señor quería eso, ya sabes como es, ella sabe antes que él lo que el quiere o necesita -Me reí ante sus palabras- ¿Quieres agua, o algo de comer? -Pregunté pensando en que era un viaje largo el que habia hecho para verme- Claro!! -Puse un poco de agua y algunos frutos secos en pequeños platos para que pudiera beber y comer a gusto- ¿Porque querria que me vigilaras? -Pregunté mientras revisaba mis maletas, mientras hablabamos- Yo pues, creo que esta preocupado por tu reunión con Lucifer Mornignstar, Deseo le fue con el chisme, dijo que tu y Lucifer se habian besado o algo como eso…¿Es verdad? -Me quedé en blanco al escuchar aquello ultimo, sin decir ni una sola palabra, Matthew voló frente a mi y miró mi rostro- Carajo! es cierto! -Traté de apartarlo un poco y suspiré- Me hizo algunos favores…y tenia que pagarle, así que pidió un bolso hechizado…y …un beso…-Dije cada vez más bajo, el cuervo analizó mi respuesta y suspiró- Ah! pues…la verdad Deseo no lo hizo ver como solo un beso -Rodé los ojos, sabia que algo quería- No sabia que Deseo y Eris eran conocidos -Dije sarcastica y Matthew me miró confundido- Deseo y Caos… -El cuervo respondío con un “ahh”, suspiré y tomé algunas cosas para terminar mi maleta de abordo- Bien…Matthew, yo viajaré a Grecia, necesito romper por completo el lazo con Hades y Persefone, por lo que, no volveré a este lugar otra vez…Quisiera hablar con …Él…pero…me preocupa su rechazo -Admití mordiendome los labios, tomé uno de mis amuletos, un nudo de bruja, forjado en acero, plata y oro, con pequeñas incrustaciones de obsidiana- Dale esto…Dile que te lo dí para él, no le digas nada más, apenas lo dejes en su presencia…dejale solo -Le pedí, suplicandole con la mirada mientras lo miraba fijamente, él suspiró y asintió- Dios ustedes dos me sacarán plumas, solo del estres -Dijo mientras tomaba el amuleto y se dirigía al balcón- Gracias Matthew -Murmuré viendolo, volar sin mirar atras.

Minutos más tarde, llamé a Johana Constantine, para emprender nuestro viaje a Grecia, debido al dinero que yo tenia, tuve que pagar esta vez una gran suma de dinero y darle la otra parte en un objeto que ella deseaba desde hacía unos años. Estando ya en primera clase y en camino a nuestro destino, le entregué una bolsa de terciopelo, que abrió con ansias sonriendo ampliamente, soltando una risita infantil- Oh!! esto es….jaja!! -Reí al verla tan feliz, mientras volvia mi mirada a mi copa de vino blanco- Las monedas en los ojos de Patroclo el amado de Aquiles, el guerrero más fuerte en la guerra de Troya -Relaté y ella se inclinó hacia mi tomando mi mano- Eres maravillosa…Tienes el poder suficiente para hacer esto por ti misma -Negué suavemente, estrechando su mano- Son demaciadas vidas de las que debo romper vinculos…apenas podré con la ultima…con las otras necesitaré tu ayuda, demonios acudirán por mi energía, te necesito Johana…Necesito que cuides mi espalda -La miré a los ojos, ella sonrío complacida con mis palabras, aquella sonrisa me recordó a la de Lucifer, tenia la misma esencia, la lujuria y el orgullo, no se lo dije…pues no la necesitaba molesta para lo que debiamos hacer ninguna debia de estar contaminada con aquella energia, ella se sentó junto a mi apartando cabello de mi rostro, buscando mi mirada- ¿Es cierto? -Preguntó con curiosidad- Que fuiste amante de Morfeo? y que ahora eres amante de Lucifer? -Me atoré con un poco de vino tociendo suavemente- Yo… sabia… que habian rumores sobre mi, pero no pensé que era algo como eso…-Aclaré mi garganta- Amo a Morfeo…Es el primer y unico hombre que e amado-Hablé suavemente, mientras me secaba los labios- Lucifer me hizo un favor y cobró un beso, asumo que con claras intenciones de irritar al Eterno -Ella rió y se mordió los labios- Si, suena algo que Lucifer haría, pero no lo juzgo, perfectamente yo podría haber pedido lo mismo -Reí burlona- Claro que no, sabes que el dinero y aquellas monedas valen mucho más que un simple beso -Ella sonrió ampliamente- Si, pero entiendo por que Lucifer pidió aquel beso, si bien molestar a Morfeo debe de haber sido un plus -Hizo una pausa quitandome la copa de la mano, acercandose lentamente a mi para rozar sus labios con los mios- No se puede negar que eres una hermosa mujer -Me alejé riendo- Puede que lo sea, pero lo unico que tengo totalmente claro es que no soy amante de Luficer y que estoy enamorada de Morfeo- La miré a los ojos al decirlo y ella, rió bajo mordiendose los labios- Carajo… Ante eso, no puedo decir nada más-Ella volvío a su asiento y decidió dormir, yo por mi parte solo decidí admirar las estrechas y el cielo nocturno, por aquella pequeña ventana. Al llegar a Grecia fuimos inmediatamente a Nápoles, allí a Campania, donde en un lago, que se decía había sido un volcán, aquel lago era conciderado por la cultura local como la puerta del Hades, llamado por los locales como “Lago D’Averno” o la puerta del infierno, en mi primera vida tambien tenia aquella fama, y se iba a aquel lago a hacer una peregrinación, o a pedir una vida larga para que Hades no te tuviese en la mira, o para hacer sacrificios, animales…o humanos, sus oscuras aguas lo hacian especial para ello.

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