Cuarenta y uno

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Las clases habían comenzado de nuevo, lo que significaba que todo volvía a ser un poco más ocupado para ambos chicos, por su parte el director debía revisar cada reporte escolar, asegurarse de que cada cosa estuviera en orden y ahora con los nuevos clubes, el trabajo había aumentado. 

Por su lado Louis estaba tomándose muy en serio su club de arte, disfrutaba mucho las dos horas de la clase, podía expresarse con la pintura, la técnica artística y el dibujo, pese a todo eso, Harry siempre trataba de tomarse un tiempo para almorzar con su novio. 

Durante dos fines de semana seguidos, sus amigos estuvieron ayudándolos con la mudanza hacia la nueva casa, Pain ahora tenía un patio enorme en el cual jugar y además una piscina, él amaba el agua. Luego de la cansada mañana desempacando cajas, el castaño decidió hacer una receta de cocina que había visto en internet, se encontraba demasiado feliz con la nueva cocina, en la cual Harry se había asegurado de que no pudiese quemar nada. 

Así que Louis se encontraba sentado en el piso junto a Pain, solo observando el enorme horno, que tenía un cristal dejando ver el pollo envuelto en tocino y relleno de jamón con mozarella.

Harry llegó a la cocina distraído y se detuvo al ver al castaño y Pain en aquella tierna posición, les sacó una fotografía antes de si quiera preguntar, su celular ahora estaba llena de fotografías de Louis distraído con cualquier cosa.

— ¿Que están haciendo mis bebés? —Sonrió con diversión caminando a la nevera.

— Estamos observando el horno, es muy bonito y se puede ver todo —Sonrió el castaño aún observando el pollo. 

— Me encanta como te emocionas por cosas tan simples —Abrió la nevera tomando una manzana. 

— Estoy preparando Pollo relleno de jamón con mozarella envuelto en tocino y puré de papa —Aplaudió por fin girándose para ver a su novio.

— Suena delicioso, cielo —Mordió la manzana. 

— ¿Terminaste con las cajas? 

— Si, después de que dos traidores decidieran abandonar la nave, por fin terminé de desempacar —Arqueó una ceja. 

— Es mejor no estorbar en esas situaciones, Harry —Se encogió de hombros con diversión. 

— Ven aquí, quiero mostrarte algo, amor —Tendió su mano hacia él.

Louis tomó su mano siendo levantado con facilidad, terminó dando un pequeño salto con sus pies descalzos para besar sus labios. 

Harry sonrió rodeando su cintura rápidamente y levantándolo con su brazo hasta echárselo al hombro, el castaño comenzó a reír dejando flojo su cuerpo mientras Pain saltaba a su alrededor caminando junto a ellos por la casa.

Tras pasar la puerta de la que sería la oficina de Harry, llegaron a otra puerta, el rizado la abrió bajando con cuidado al castaño y cubriendo sus ojos antes de que pudiera ver, el menor rió con nerviosismo pero se quedó quieto dejándose guiar.

— Muy bien, aún no está terminado pero no me contuve, quería mostrártelo ya —Sonrió mordiendo su labio.

Apartó su mano de los ojos del castaño dejando que este observara la habitación, llena de estantes con pinturas, óleos de distintos tamaños y bastante material de arte, cubrió su boca ante la sorpresa y miró a su novio.

— ¿Es para mi? —Preguntó emocionado.

— Lo es, es tu espacio artístico, Solecito —Sonrió dejando un beso en su frente. — aqui podrás pintar y hacer lo que quieras, es como tu oficina y lo mejor es que si me extrañas —Caminó hacia una puerta al medio de una pared, la abrió dejando ver lo que sería su oficina. — Esta puerta siempre estará abierta.

DETENCIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora