DETENCIÓN

Siete

Se ocultó en el pasillo durante al menos cinco minutos, esperando a que la señora Myers saliera de su escritorio, la mujer terminó de recoger sus cosas con prisa y a los pocos segundos logró marcharse, su mirada azulada observó detalladamente cada rincón antes de caminar a prisa hasta la oficina del director.

Con una enorme sonrisa y aquel abrigo gigante se adentró a la familiar habitación, ahora con aromas mezclados, pero su sonrisa disminuyó al ver como el director guardaba los papeles en su maletín. 

— ¿A donde va? ¿No tenemos asuntos pendientes hoy? —Arqueó una ceja quitándose el abrigo.

Harry le miró por algunos segundos, había cierto brillo de diversión en su mirada, sin embargo, sus labios no expresaron nada.

— Usted tiene asuntos pendientes hoy, jovencito —Cerró su maletín enfocando su vista en el alumno. — ¿Creíste que dejaría pasar como si nada tu pelea con Connor? Claro que no, en el instituto hay reglas —Louis le interrumpió indignado.

— ¡Pero si él comenzó todo con sus difamaciones estúpidas! —Apuñó sus manos con molestia.

— Ambos han participado en la pelea, Louis —Suspiró colocándose frente al escritorio mientras se recargaba en este, sujetó los hombros de Louis con suavidad para hablar de nuevo. — Como el buen alumno que eres vas a asumir las consecuencias y ayudarás a Joe a recoger basura en la cafetería, solo es una hora, no me pongas esa cara mocoso malcriado 

Llevó su dedo pulgar al entrecejo arrugado de Louis y con suaves caricias logró que este cambiara su expresión, el castaño suspiró rendido sabiendo que hoy no vería más al director. 

— Señor si le escucho decir a ese imbecil de nuevo algo sobre —Harry lo interrumpió robándole un beso.

— No harás caso, porque eres más listo que él y no permitirás que debilite tu mente —Habló sobre sus labios. — Ahora ve, debe estar esperando en la cafetería. 

— ¡El clima es una mierda! ¿Como me iré de aquí antes de que comience a llover? perderé el autobús —Habló con frustración el menor, Harry se encogió de hombros tomando su maletín.

— Debiste pensar en eso antes de meterte en una pelea, mocosito —Arqueó una ceja y caminó hasta la puerta.

Abrió la puerta y esperó pacientemente al berrinchudo de ojos azules, Louis salió primero y con pasos rápidos se encaminó a la cafetería sin mirar de nuevo a su hoy no tan amado director, no podía creer que lo dejaría ahí con el clima tan espantoso y encima con Joe Connor, un chico tan idiota que seguramente iniciarían otra pelea por la mínima cosa. 

Observó al rubio al entrar a la cafetería, estaba sentado en una de las mesas mientras miraba entretenidamente su móvil, el lugar parecía un desastre especialmente hoy, el castaño tomó una botella de plástico vacía y se la lanzó a la espalda, el chico se giró con molestia dejando su celular de lado.

— ¿Que te pasa, idiota? —Se puso de pié.

— No pierdas el tiempo, tenemos que terminar con esta mierda —Gruñó el más bajito.

Louis era conocido en el instituto por ser un chico desinteresado; no entraba a clases, no hacía todas sus tareas, no participa en los eventos escolares, ni siquiera tenía muchos amigos pero todos lo conocían, lo conocían por ser el alumno desastroso que va por ahí vendiendo cigarrillos al triple del precio original y que ahora desaparece en todos los descansos.

Sin embargo, a pesar de todos esos puntos en su contra; nunca ha sido problemático, ni siquiera un chico abusón como lo eran Joe y sus amigos, era amable con sus compañeros cuando se daba la oportunidad e incluso con sus profesores, por eso era que Louis lograba pasar los cursos, su amabilidad le ayudaba al momento de evaluarlo.